4 características que definen la presión arterial

La presión arterial es uno de los indicadores de salud más importantes de nuestro organismo, esta es, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias; que esta fuerza esté en niveles más altos o bajos de los que se consideran normales, depende el buen funcionamiento de nuestro organismo y el riesgo de padecer diversas condiciones.

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Para empezar a conocer y entender la presión arterial y su importancia en todas las etapas de nuestras vidas, es importante identificar algunas ideas claves:

1. Los más afectados

Aunque la desregulación de la presión arterial se suele asociar mucho al aumento de nuestra edad, lo cierto es que desde que nacemos podemos tener factores de riesgo que nos lleven a tener tanto un nivel más alto del recomendado (hipertensión) como uno más bajo (hipotensión); si este es el caso, puede ser un síntoma o efecto secundario de condiciones como las afecciones cardiacas, renales, hormonales e incluso algunos tipos de tumores.

Para los adultos suele ser común el aumento de la presión arterial cuando alcanzan los 65 años; se estima que, para esta edad, del 60% al 70% de las personas pueden empezar a padecer esta condición debido a que las arterias pierden elasticidad, dificultando el flujo sanguíneo.

Aun así, la desregulación de la presión sanguínea no solo se debe atribuir a problemas congénitos o al paso del tiempo, cada vez más adultos jóvenes están empezando a padecer estas condiciones debido a factores de riesgo como el sobrepeso, el sedentarismo, un bajo consumo de agua, el consumo de sustancias ilegales y algunos medicamentos.

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2. Síntomas

Teniendo en cuenta que las enfermedades relacionadas con la presión arterial pueden llegar a cualquier edad, es bueno identificar algunas señales que nos puedan indicar que podemos tener una desregulación de esta.

En el caso de la hipertensión, la Organización Mundial de la Salud advierte de los siguientes síntomas:

  • Dolor de cabeza intenso
  • Aceleración del ritmo cardiaco
  • Mareos, náuseas y vómitos
  • Dolor en el pecho
  • Dificultad para respirar
  • Cambios en la visión como visión borrosa o doble
  • Pitidos en los oídos
  • Hemorragias nasales

Para la hipotensión, la Clínica Mayo enlista los síntomas a continuación:

  • Debilidad
  • Desorientación
  • Aturdimiento o mareos al momento de levantarse
  • Visión borrosa

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3. Impacto en la salud

Una presión arterial desregulada puede traer muchas consecuencias adversas a corto y largo plazo en nuestro organismo, la hipertensión está asociada a:

  • Enfermedades del corazón como insuficiencia y ataque cardiaco, aneurismas y agrandamiento del ventrículo izquierdo.
  • Enfermedades del cerebro como los accidentes cerebrovasculares, el deterioro cognitivo y la demencia.
  • Enfermedades visuales como retinopatía, coroidopatía y la neuropatía óptica.
  • El síndrome metabólico
  • Enfermedades renales crónicas que pueden llevar a la insuficiencia renal.

Por su parte, la hipotensión puede relacionarse con:

  • Afecciones físicas consecuencia de los desmayos como caídas, golpes, fracturas y traumas.
  • Accidentes cardiovasculares
  • Estado de shock

Es importante reconocer que tanto la hipertensión como la hipotensión no solo son condiciones de forma independiente, también pueden ser síntomas de otras enfermedades; además de tratar la afección, debemos reconocer su origen para prevenir o manejar otras condiciones relacionadas y que quizás desconocemos.

4. Tratamientos

Aunque las enfermedades relacionadas con la presión arterial son comunes, no son inevitables; como el doctor especializado en nefrología Glenn M. Chertow explica a la Asociación Americana de Personas Jubiladas (AARP, por sus siglas en inglés), la prevención a través de los hábitos saludables puede ser tan efectiva como la medicina en casos de hipertensión moderada.

Una vida activa y una hidratación constante son indispensables para una presión arterial sana; una buena higiene del sueño y el manejo del estrés a través de ejercicios de respiración también han demostrado un efecto positivo en su regulación. La alimentación debe ser balanceada con un gran aporte proteico y de fibra: pescados, frutas, verduras, legumbres y granos integrales son los mejores ingredientes para cuidar nuestra presión arterial.

El consumo de alcohol y cigarrillo son factores de riesgo que nos pueden llevar a padecer una desregulación, así como el consumo de altas cantidades de sodio en nuestra dieta.

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