Un órgano cuyo cuidado no se puede dejar para más tarde

¿Conocemos cada parte de nuestro cuerpo? ¿Para qué sirve? ¿Lo que necesita? Probablemente no. Este desconocimiento lamentablemente nos lleva a ignorar las consecuencias de algunos hábitos poco saludables y la falta de cuidados específicos que necesitamos en diferentes puntos de nuestra vida.

Una de las partes del cuerpo que más sufre con el paso de los años y la falta de cuidados preventivos es la próstata, una glándula presente solo en el cuerpo de los hombres, con un rol importante en la producción del semen y la protección del sistema urinario.

La próstata se va agrandando en la medida que nos hacemos mayores, y a pesar de que esto es normal, también es una alarma que nos indica que debemos tomar nuevas medidas de cuidado, debido a que este agrandamiento puede ser un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de próstata, la principal causa de muerte en los hombres hoy en día.

Cuando llamar al médico

Aunque la recomendación general es empezar a hacernos revisiones periódicas del estado de nuestra próstata alrededor de los 45 y los 50 años, nunca es demasiado temprano para estar atentos a las señales que indican que algo no puede estar bien; las enfermedades en la próstata se pueden manifestar a través de síntomas como:

• Dolor al orinar
• Dificultad para orinar
• Sangre en la orina
• Necesidad de acudir al baño en mayor número de veces
• Incontinencia
• Pérdida de orina nocturna
• Bloqueo de la vía urinaria

Si has pasado por alguna de estas experiencias, sin importar tu edad, es indispensable que acudas a un urólogo a revisar sus causas y tratarlas lo más pronto posible.

Otras medidas preventivas

El cuidado de la próstata mientras esta sana no es muy diferente de los cuidados que se deben tener con el resto de nuestro cuerpo, una buena alimentación, ejercicio regular, un peso saludable y visitas regulares a un especialista serán la clave para mantenernos al tanto de su estado y actuar prontamente en caso de alguna irregularidad.

Aún así, como también pasa con otras partes de nuestro cuerpo, dentro de estos hábitos saludables hay prácticas en específico que nos pueden ayudar a ir todavía más allá con nuestros cuidados.

• Para alimentarse mejor: algunas comidas pueden alterar e inflamar la próstata generando malestar y un impacto negativo a largo plazo; evita comer alimentos con un alto nivel de grasas saturadas, lácteos como los yogures griegos, la mantequilla y los quesos grasosos, el alcohol, la cafeína, comidas picantes, alimentos ultraprocesados y sal o azúcar en exceso.

Opta mejor por comidas naturales, vegetales como el brócoli, la coliflor, el repollo y los rábanos; pescados azules como el salmón, las sardinas y el atún; nueces, bayas, cítricos y jugos verdes tienen efectos positivos en el mantenimiento de una próstata saludable.

• El ejercicio adecuado: debido a su ubicación en el cuerpo, la próstata se puede ver lastimada por algunos tipos de ejercicio, si se realizan durante periodos muy largos de tiempo o de forma incorrecta; práctica con cuidado y moderación deportes como el ciclismo y la equitación; en caso de tener alguna condición ya diagnosticada, no debemos parar de hacer ejercicio, pero sí debemos consultar a un experto que nos asista con la disciplina o rutina más adecuada.

Algunas prácticas seguras y beneficiosas para la próstata a cualquier edad son la natación, el senderismo, el golf, el remo y los ejercicios aeróbicos.

• El acompañamiento correcto: como mencionamos anteriormente, un hombre debe empezar a hacerse revisiones relativamente constantes a partir de los 45 años aproximadamente, pero una visita cada tanto durante su juventud y una atención activa a cualquier indicio de alarma son igual de importantes.

El cáncer de próstata, a pesar de ser la principal causa de muerte en los hombres, es en realidad uno de los tipos de cáncer más tratables si es detectado a tiempo; cuídate, aun si eres mujer, cuida a los hombres que están en tu vida instruyéndote y apoyando el desarrollo de hábitos saludables y preventivos; un órgano con un riesgo tan alto de desarrollar ciertas patologías a futuro, es uno que debemos conocer y cuidar desde el momento cero, no dejes que se haga tarde.