4 curiosidades sobre el descanso para sacarle su mayor provecho
Unas de las cosas más difíciles que tenemos que hacer es iniciar el día después de una mala noche de sueño o intentar hacer una tarea dispendiosa después de una demandante semana de trabajo, esto es porque el descanso es uno de los factores más influyentes para nuestra calidad de vida, aunque muchas veces no le demos el tiempo ni el espacio que necesita para ayudarnos a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Cuando descansamos nuestro cuerpo y nuestra mente están desconectados de las preocupaciones de nuestro día a día, pero eso no quiere decir que no estén funcionando, al contrario, un descanso verdaderamente reparador implica sistemas que se renuevan, funciones cerebrales que solo pueden existir durante el tiempo de descanso y emociones que se regulan por medio de una perspectiva diferente; es por esto que el descanso tiene sus secretos y trucos, que al conocerlos, pueden ayudarnos a sacarle el máximo provecho.
1. El descanso no solo se consigue a través del sueño
Cuando estamos exhaustos lo primero que se nos ocurre es cuánto deseamos estar en casa para tomar una buena siesta, o que sea el fin de semana para dormir hasta que el cuerpo aguante, pero lo cierto es que no solo el sueño puede darnos un buen descanso, existen actividades relajantes y entretenidas que también pueden lograr la misión sin necesidad de encadenarnos a la cama.
Si nuestro cansancio es de tipo físico, podemos ir por un buen masaje o hacer una breve rutina de bajo impacto como estiramientos o yoga para sacar el cuerpo de su embotamiento y seguir con nuestro día; si el cansancio es mental, deja lo que estás haciendo un rato y haz un par de ejercicios de respiración o desata tu lado más creativo pintando, cantando o bailando; cualquier actividad que cambie el panorama para tu mente, la dejara lista para retomar con más calma y objetividad.
Otras formas de descanso también son el compartir tiempo con seres queridos, meditar, leer o hasta desahogarte con un amigo, lo importante es sacar al cuerpo y la mente de sus rutinas para que la variedad active otras zonas dormidas y te renueven las ganas de seguir adelante.
2. El mito de las 8 horas de sueño
¿Quién no ha oído que las personas debemos dormir por lo menos 8 horas cada noche? Lastimosamente hemos vivido un poco engañados. No todos debemos dormir esa cantidad de horas, es más, la mayoría de nosotros debemos dormir todavía más, para no ir muy lejos, un estudio reciente determinó que las mujeres deben dormir en promedio dos horas más que los hombres, eso es más de la mitad de la población mundial, y eso sin contar a los niños y las personas con condiciones especiales.
Lo que debemos hacer es descubrir la cantidad de sueño que realmente necesitamos y ser fieles a ella, sin duda tendrá un cambio determinante en nuestras vidas.
3. Cuestión de preparación
Para descansar bien no solo se necesita de una buena cama, tiempo o la actividad correcta, se necesita de una buena disposición y buenas prácticas antes del momento de iniciar el descanso; especialmente para darle inicio a nuestra rutina de sueño, es importante no estar expuestos a grandes estímulos poco tiempo antes de ir a la cama; evitar pantallas, comidas pesadas y horas de sueño muy erráticas es importantísimo para que nuestros cuerpo y cerebro no estén demasiado alertas y podamos entregarnos de forma plena a la renovación de un buen descanso.
4. Las víctimas de un mal descanso
La falta de sueño está asociada a corto plazo con problemas de concentración, un criterio pobre para tomar decisiones y fallas en la memoria; pero también a largo plazo puede llevar a condiciones como la depresión, la ansiedad, presión arterial alta, problemas de corazón, enfermedades vasculares y obesidad.
Una buena noche de sueño o la diversificación de nuestras actividades diarias no solo son actos placentero y enriquecedores para nuestras rutinas, también son una verdadera necesidad para nuestra salud y bienestar.
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