5 acciones para regular nuestros niveles de azúcar en la sangre

A nuestro cuerpo y nuestra mente les encanta el azúcar, el golpe de energía repentino y el sabor agradable hacen que sea uno de los antojos más difíciles de resistir para muchos de nosotros, llegando hasta el punto de considerarse un componente casi que adictivo para muchas personas.

Los azúcares fueron una fuente de energía primordial cuando habitábamos un mundo inhóspito, donde necesitábamos estar en constante movimiento para subsistir, pero con la industrialización que ha convertido al azucar en un ultraprocesado y a nuestros días en una sucesión de horas de sedentarismo, los azúcares pasaron a hacer más mal que bien a nuestro organismo.

Lo más grave es que los azúcares no solo están en las golosinas y en los postres; las salsas, los jugos, las gaseosas y hasta los panes contienen también cantidades considerables de azúcar, por lo que es difícil pensar en una sola comida durante nuestro día en donde no las estamos consumiendo sin darnos cuenta.

Para poder llevar una nutrición balanceada sin necesidad de ser esclavos de las etiquetas ni recurrir a los extremos, podemos comer comidas que contengan azúcar, pero debemos hacerlo con moderación y darnos una manito extra con las siguientes prácticas que pueden ayudar a regular sus niveles en nuestra sangre:

1. El agua suficiente:

Muchas veces la opción más simple es la correcta, ¿qué hay más natural y más sencillo que un refrescante vaso de agua? Esta bebida además de mantener nuestro cuerpo hidratado, nuestra piel limpia y nuestro sistema digestivo en óptimas condiciones, ayuda a diluir el exceso de azúcar en nuestro torrente sanguíneo.

Puedes beberla a cualquier hora del día y cómo la prefieras, pero dicen los expertos que después de las comidas y cuando estamos más estresados son las ocasiones perfectas para ponerla en acción, ya que estos son los momentos en los que llega a sus niveles más altos.

Puedes incluso dar un paso más y optar por ella como la acompañante de tus comidas principales, créenos que no es el fin del mundo, al contrario, podrás apreciar los sabores de tus alimentos con mayor intensidad y sin terminar hastiado.

2. Mantente en movimiento:

Como dijimos antes, los azúcares eran la principal fuente de energía para nuestros antepasados nómadas y cazadores, por lo que podemos intuir que después de un pequeño desliz, no habrá mejor manera de sacarla de nuestro sistema que poniéndola a trabajar.

Después de una comida copiosa o de una copa de helado sal a caminar un rato, pero no te excedas en el ejercicio, hacer una rutina de intensidad alta después de comer una cantidad importante de azúcares puede enfermarte de muchas maneras, puede causarte un episodio de hipoglucemia, puede sentarle mal a tu estomago o puede causarte una gran debilidad que te ha impedirá desempeñarte y sentirte bien.

3. No subestimes las grasas buenas:

Seguro has oído de la increíble capacidad de absorción y eliminación que tiene la fibra, pero probablemente no sabes que cuando de azúcares se trata, la dosis correcta de grasas saludables puede ser igual de efectiva.

Las grasas son el tipo de alimentos que más tarda el cuerpo en absorber, por lo que ellas pueden ayudar a regular tu digestión, ralentizando el proceso de absorción de los azúcares, permitiendo a su vez que esta tenga más tiempo de diluirse de forma más balanceada.

4. Incorpora comidas bajas en carbohidratos

Sabemos que los carbohidratos son importantes y necesarios en la dieta de todas las personas, pero cuando vienen en pareja con comidas altas en fibra y grasas saludables, ellos podrán darte lo mejor de su aporte calórico sin saturarte con su exceso de azúcares.

Acompaña tus carbohidratos con verduras, cereales integrales y frutas, así le darás diversidad y color a tus comidas, además de promover el aprovechamiento máximo de los nutrientes correctos.

5. Busca alternativas naturales para darle un toque dulce a tus comidas:

Si eres de las personas de las que a duras penas se pueden resistir a la tentación de acompañar tus comidas con un poco dulce, te tenemos buenas noticias, no siempre tiene que ser el azúcar el que le de ese toque de sabor.

Los dátiles y las frutas, tanto frescas como deshidratadas pueden ser una fuente de textura y dulzor que satisfaga tu antojo de dulce, sin subir tus niveles de azúcares como lo haría un dulce ultraprocesado.

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