El suplemento deportivo que está en boca de todos

Obtener resultados en el gimnasio es un proceso muy satisfactorio, pero puede tomar bastante tiempo y esfuerzo. Desde hace años la industria deportiva ha buscado alternativas y complementos que nos ayuden a alcanzar nuestras metas más pronto, pero a veces las opciones no son tan seguras o efectivas como quisiéramos, por lo que debemos hacer una elección informada antes de invertir en cualquier producto.

Los suplementos deportivos vienen en infinidad de presentaciones y variedades, los hay para complementar nuestra nutrición, para mejorar nuestro rendimiento y hasta para recuperarnos más pronto, pero pocos logran reunir todos estos beneficios, siendo además una opción segura y respaldada por la comunidad médica; una de estas excepciones es la creatina, un compuesto natural que es actualmente uno de los protagonistas en el mundo del bienestar físico.

Un compuesto con historia

La creatina como compuesto químico fue descubierta en 1832, pero en realidad, siempre ha existido de forma natural en nuestros músculos y sistema nervioso, además de estar presente en algunos alimentos como las carnes y los mariscos. Como suplemento deportivo, se popularizó en 1992, tras las olimpiadas de Barcelona, pero actualmente no solo es un privilegio para los deportistas del más alto rendimiento, pues se ha vuelto una opción popular y accesible para todas las personas con un estilo de vida activo.

Dentro de nuestro cuerpo la creatina ayuda a producir adenosín trifosfato (ATP), que es la principal fuente de energía para los músculos; al tener una buena cantidad de creatina en nuestro organismo, aumentamos la resistencia y el rendimiento físico, conllevando a sesiones de ejercicio más completas y un crecimiento muscular más veloz de forma sana.

De acuerdo con estudios recientes, los beneficios de la creatina podrían no solo reducirse al fortalecimiento de nuestra apariencia física; según la Clínica Mayo, el consumo de creatina en forma de suplemento también se ha relacionado con el mejoramiento de ciertas funciones cognitivas y el mantenimiento de la densidad ósea con el paso de los años; se piensa también, que usada de forma tópica, la creatina tiene un efecto positivo para contrarrestar el envejecimiento de la piel y los daños ocasionados por el sol.

Un par de precauciones

Aunque referentes importantes del área de la salud como la OMS han sacado estudios confirmando que el uso de creatina es seguro a largo plazo, es importante tener en cuenta un par de elementos para la prevención.

El primero y más importante es reconocer la procedencia del producto, asegúrate de recurrir a proveedores con estándares de calidad comprobados y los avales pertinentes dependiendo de tu país de residencia, presta atención a los requerimientos de almacenamiento y conservación y cíñete a las recomendaciones de consumo tanto en cantidad como en periodicidad, si es necesario, consulta con un médico acerca de cómo usarla.

Debido a su sintetización relativamente reciente, aún existen muchos grupos poblacionales que la deben consumir con cautela; no existen hasta ahora suficientes estudios que garanticen la seguridad del consumo de creatina en personas embarazadas y su consumo también se debe hacer de forma prudente para deportistas menores de 18 años.

Tal como pasa con otras proteínas, es posible que un uso excesivo de la creatina tenga efectos negativos para la salud renal, si eres una persona con condiciones relacionadas con tus riñones o ya complementas tus rutinas con otros suplementos, consulta a un experto sobre cómo incorporar la creatina de forma segura.

Por último, pero no menos importante: la creatina en sí misma no va a obrar milagros, esta es solo un empujoncito que debe ser acompañada, por encima de todo, de una alimentación balanceada y saludable, consumir cualquier tipo de producto cuando se consume una dieta insuficiente no solo es inefectivo, sino que puede ser peligroso, prioriza siempre tu alimentación, tu descanso y la actividad física, lo demás será añadidura.