Un quiropráctico para los deportes de impacto

Los deportes de impacto son unas de las actividades físicas más divertidas y que más frutos pueden llegar a dar a nivel físico. Para estas actividades hay escenarios en casi en cualquier parte, son relajantes, se pueden hacer entre amigos y se pueden adaptar a muchos niveles de intensidad; pero como cualquier otra disciplina, estos deportes conllevan algunos riesgos, entre los que está una dolencia que podría amenazar a los deportistas más asiduos tanto como a los más casuales, una enfermedad molesta que puede afectar nuestra calidad de vida si no la tratamos adecuadamente.

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Un dolor que muchos conocemos pero del que pocos sabemos el nombre

El síndrome de dolor patelofemoral es una afección frecuente entre las personas que practican deporte; se trata de un daño causado por una lesión o por el impacto constante en el cartílago que queda en nuestras rodillas, justo debajo de la rótula; a esta condición también se le conoce como el síndrome del corredor porque es este tipo de atleta el que más suele padecerlo, aunque también es muy frecuente en mujeres y jóvenes adultos que practican deportes de impacto.

El síntoma principal del síndrome de dolor patelofemoral es un dolor sordo pero constante en la parte delantera de la rodilla, que suele agudizarse cuando se hacen acciones como acuclillarse, arrodillarse, subir o bajar escaleras o mantenerse sentado durante mucho tiempo con las rodillas flexionadas.

El dolor se suele experimentar por una lesión o después de un impacto excesivo en las rodillas, como, por ejemplo, después de una carrera; la molestia puede llegar a extenderse durante días, en cuyo caso es indispensable que consultemos con un profesional del área de la salud.

… pero no cualquier profesional

Aunque el síndrome de dolor patelofemoral está relacionado con las lesiones y los sobreesfuerzos, estas no son las únicas causas ni factores de riesgo para desarrollarlo; un peso poco saludable, una desalineación de los músculos alrededor de la rodilla, debilidades musculares y hasta cirugías recientes pueden también influir mucho en la posibilidad de padecer esta enfermedad. Ante cualquiera de estas circunstancias un quiropráctico sería de los expertos más especializados para no solo tratarla sino prevenirla.

Un ajuste quiropráctico puede lograr que los músculos y las articulaciones se alineen de la forma correcta, haciendo que, al tener un impacto con nuestra pisada o salto, el golpe no cause molestias ni mayores desajustes en nuestro cuerpo; un tratamiento quiropráctico personalizado, fortalecerá todo nuestro sistema musculoesquelético para hacerlo más flexible, resistente a las lesiones y veloz en su proceso de sanación.

Un quiropráctico también complementará su acompañamiento con consejos de nutrición y bienestar que nos ayuden a prevenir el sobrepeso y a llevar a cabo nuestra actividad física de modo integral y sano.

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Otras formas de hacernos bien

Cualquier actividad física tiene el potencial de tener consecuencias tanto buenas como malas para nuestro organismo, la clave no es dejar de hacerlo, sino hacerlo bien; si tu deporte favorito o salir a correr te apasionan y te mantienen lejos del sofá no pares de hacerlos, sigue algunos de los siguientes consejos para llevarlos a cabo de forma saludable y cada vez más fuerte.

  • Invierte en los implementos correctos: no hay nada mejor para una buena sesión de ejercicios que llevar un equipamiento de calidad que nos de comodidad y soporte. Los deportes de impacto generan un nivel de estrés importante en el cuerpo, asegúrate de tener unos zapatos deportivos que se acomoden a tus necesidades y las del deporte que te gusta; es una inversión que en realidad te ahorrará muchas lesiones, dolores y gastos a futuro.
  • Haz movimientos articulares y estira: no solo nuestros músculos deben calentar, antes de iniciar una sesión de movimiento de alto impacto, mueve de forma intencional y metódica tus articulaciones y haz un par de estiramientos que te dejen más flexible y preparado para la acción.
  • El quiropráctico no solo para sanar: muchos buscamos ayuda cuando el daño ya está hecho, aun sabiendo que la prevención nos puede ahorrar más tiempo, disgustos e inactividad; visita al quiropráctico antes de la lesión, con su acompañamiento es más seguro que no tendrás que consultarlo por culpa de ella.

En clínicas especializadas como QuiroVida podrás recibir el tratamiento que necesitas, además de  una asesoría pensada solo para ti, para tus necesidades y metas, no solo a nivel deportivo, sino a nivel integral.

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