4 hábitos que acaban con tu energía
Dicen a modo de chiste que ser adulto es estar cansado todo el tiempo, y muchas personas hemos hecho de ese razonamiento una excusa para ignorar niveles de cansancio que no son saludables y que no deben ser normalizados.
Existen muchos posibles motivos por los que podemos sentirnos agotados de vez en cuando: una semana difícil de trabajo, responsabilidades nuevas o actividades que se salen de nuestra rutina regular, pero cuando el cansancio parece no dar tregua por más que descansemos, vale la pena analizar nuestra salud y nuestros hábitos.
Si sientes que a las 10 de la mañana ya necesitas una siesta o que tomas una cantidad poco sana de café para mantenerte en pie durante el día, revisa estos hábitos, quizás alguno de ellos sea la razón de tu agotamiento constante.
1. No estar descansando el tiempo correcto
Descansar tiene su truco, dormir 12 horas seguidas el fin de semana no compensará el desvelo durante la semana, ni tomar un solo receso de dos horas equivaldrá a tomar pequeños descansos de 15 minutos cada hora cuando trabajas o llevas a cabo actividades extenuantes física o mentalmente.
Hasta para descansar bien se requiere un poco de disciplina y autocuidado, respetar los tiempos de tu cuerpo para refrescarse por medio del descanso es indispensable para mantener picos de actividad y concentración estables; dormir en exceso es tan dañino como dormir demasiado poco, y descansar no es solo estar inactivo, una pausa para caminar o hacer un ejercicio ligero es un descanso tan beneficioso como una buena siesta.
Todo se trata de regularidad y equilibrio, si tu cuerpo está bien descansado y está acostumbrado a espacios y momentos de reposo determinados, él no va a exigírtelo de forma intempestiva.
2. Habitar en espacios caóticos
- Dicen que el estado de nuestra casa es el estado de nuestra mente y es verdad, cómo está el uno tiene un efecto directo en el otro y viceversa.Habitar espacios tranquilos y organizados elimina estímulos y distracciones, lo que permite que podamos mantenernos concentrados en lo que sea que estamos haciendo, ya sea descansar, trabajar o cualquier otra actividad.Cuando estamos en espacios que son caóticos para nuestra mente, vamos a tener que hacer el sobreesfuerzo de llevar a cabo la actividad que tenemos pendiente, además de luchar contra las distracciones y preocupaciones de la mente, que estará recibiendo constantemente estímulos acerca de asuntos pendientes que nos retrasan y nos obligan a estar constantemente intentando reenfocarnos.Esta desconexión es particularmente molesta y contraproducente cuando intentamos descansar, ya que nuestra mente está tan ocupada pensando en todo lo que falta por hacer, que termina generando más tensión que reposo y alterando nuestra capacidad de mantenernos activos cuando lo necesitemos.
3. Comer comidas muy pesadas al final del día
La comida es energía, y si dejamos la más grande para el final del día, nuestro cuerpo quedará con un montón de calorías por gastar y ninguna actividad en la cual hacerlo.
Lo ideal es hacer como nos lo recomienda el famoso dicho: “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”, así, los recursos calóricos de las comidas se invierten mejor en los momentos de mayor actividad y al final del día no quedamos con la pesadez de una comida grande, que lo único que hará será perturbar nuestros patrones de sueño y dejarnos más agotados al día siguiente.
4. Rodearte de personas negativas
Seguramente te ha pasado que después de compartir un buen rato con alguna persona te sientes como si hubieras corrido una maratón. Las personas con mentalidades negativas o conflictivas pueden tener un impacto bastante negativo en nuestra mente y en nuestra sensación de agotamiento.
No hay nada malo con una charla que te rete y te invite a pensar, pero cuando todo el discurso se trata de obstáculos y complicaciones, es difícil encontrar un estado de ánimo propositivo y enérgico para seguir adelante.
Si un ser amado es una de esas personas que parecen drenarnos más de lo que parecen llenarnos, sé gentil y empático, pero protégete buscando los espacios correctos y el redireccionamiento de la conversación a alternativas más sanas; si tienes la confianza puedes hacerles caer en cuenta de su comportamiento, hablar de forma negativa es tan agotador como tener que escucharlo, y muchas personas a veces no nos damos cuenta que lo hacemos, así que nada mejor que una voz amiga para aligerar el humor y ver las cosas desde un lado más amable.
Considera la posibilidad de buscar ayuda
Ya sea porque ninguno de estos hábitos es la causa de tu cansancio, después de cambiarlos sigues igual de agotado o incluso por prevención, consulta con expertos del área de la salud acerca de tu fatiga constante; muchas veces el cansancio puede ser síntoma de muchas condiciones subyacentes, no eches en saco roto lo que te dice tu cuerpo y toma las medidas necesarias para mantenerlo sano.