7 datos sobre las hernias discales que quizás no sabías

La hernia discal es una de las condiciones de la columna por las que más se consulta a diversos expertos del área de la salud. Se estima que alrededor del 2% de la población mundial llega a sufrirla y que hasta el 10% de quienes la padecen terminan sometiéndose a una cirugía para corregirla; pero para tratarla mejor, es necesario conocerla bien, por eso, hoy te contamos algunos datos y curiosidades para entender bien de qué se trata y cuáles son las mejores formas de prevenirla.

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1. Una herencia prehistórica

Uno de los principales factores de riesgo para sufrir una hernia discal es la genética, pero no solo hablamos de papá y mamá, hablamos de ancestros que llegan hasta los chimpancés.

De acuerdo con un estudio publicado en BMC Evolutionary Biology, las hernias discales provienen de una maladaptación de los simios cuando empezaron a caminar en dos patas en lugar de cuatro; en la investigación llevada a cabo por científicos de Canadá, Irlanda y Escocia, se descubrió que las personas que tenían una columna más similar a la de nuestros parientes simiescos eran más predispuestas a sufrir de esta condición.

2. Una condición que no discrimina

Aunque las hernias discales son más comunes en hombres entre los 30 y 50 años, lo cierto es que cualquier persona a cualquier edad puede llegar a padecerla.

Factores como la obesidad, la mala postura, un trabajo que requiera de levantamiento y acarreo de grandes pesos de forma constante o la exposición continua a vibraciones son determinantes para el desarrollo de esta enfermedad.

3. Viene por etapas

Entre cada vértebra de nuestra columna existen 23 discos intervertebrales, unas almohadillas gelatinosas cuya misión es amortiguar el impacto de nuestras actividades cotidianas y darle flexibilidad a toda la columna; estos discos están cubiertos por anillos fibrosos, un revestimiento hecho de cartílago que lo delimita y lo protege de traumas y presiones externas; una hernia discal se da cuando los discos intervertebrales se empiezan a filtrar por los anillos fibrosos generando un pellizcamiento, el nivel de avance de los discos determinan la etapa de la hernia discal de la siguiente forma.

  1. Degeneración del disco: aunque aún no se le considera hernia discal, indica que ya hay una deformación del disco.
  2. Protrusión o prolapso: cuando el disco se extiende hasta alcanzar el canal medular.
  3. Extrusión: el contenido del disco ya atraviesa el anillo fibroso, pero aún no sale del canal medular.
  4. Secuestro: el disco ya sale fuera del anillo fibroso y del canal medular.

4. El qué depende del dónde

La diferencia de cada una de las etapas de una hernia discal radica en el nivel de dolor y sus tipos de tratamiento, pero los síntomas son otra historia; la zona donde una persona desarrolle esta condición hará que los síntomas sean diferentes.

Las hernias más comunes son las lumbares y las cervicales, ya que son las zonas que tienen más movilidad en la columna vertebral. Cuando una hernia es en la parte inferior de la espalda (lumbar), puede venir acompañadas de lumbagos, dolores ciáticos, debilidad muscular y sensación de dolor y hormigueo en las piernas y los pies; en algunos casos se pueden desarrollar también casos de incontinencia urinaria.

En el caso de las hernias cervicales, la tortícolis, la rigidez del tren superior y los dolores que se irradian en hombros, pecho y brazos son las señales que suelen indicar el desarrollo de este problema; también se puede experimentar en algunos casos pérdida de fuerza en los brazos.

5. Guarda los tacones, apaga el cigarrillo y fíjate cómo estás durmiendo

Pareciera que hay muchos riesgos potenciales que parecen estar fuera de nuestro control para prevenir una hernia discal, pero nada más lejos de la verdad. Evitar una lesión en nuestra columna vertebral solo se reduce a hábitos saludables y esfuerzos conscientes, nada que un poco de disciplina no pueda lograr:

  • Cuida tu peso con una alimentación balanceada y una vida
  • Haz ejercicios con asesoría de expertos que te orienten acerca de cómo cargar peso y aumentar la flexibilidad y resistencia de tu sistema musculoesquelético.
  • No duermas boca abajo, esta postura implica una posición antinatural para tu columna.
  • Evita al máximo los tacones y el calzado muy bajo, ambas opciones causan un fuerte estrés en la espalda.
  • Deja de fumar, se ha relacionado el consumo de cigarrillo con problemas de irrigación sanguínea que es la que mantiene la salud de tu columna y tu cuerpo en general.

6. La cirugía no es la única ni la mejor solución

Usualmente las hernias discales se han tratado con métodos invasivos o con efectos secundarios como los analgésicos, las infiltraciones y hasta las intervenciones quirúrgicas, pero en las últimas décadas se ha descubierto que tratamientos como el quiropráctico pueden restablecer y mejorar la salud de la columna vertebral sin necesidad de recurrir a recursos más agresivos y demandantes.

Si tú o un ser querido pueden estar experimentando los síntomas de una hernia discal, recurre a un centro de quiropráctica profesional como QuiroVida y descubre la raíz del problema explorando opciones más naturales y sin el riesgo de connotaciones negativas a corto y largo plazo.