¿Qué hace el sedentarismo a nuestros cuerpos?
El sedentarismo está relacionado con decenas de enfermedades que pueden deteriorar nuestra calidad de vida en niveles insospechados; la falta de actividad física puede llevarnos a padecer enfermedades cardiacas, osteomusculares, metabólicas y hasta mentales, cuyas consecuencias en el tiempo pueden llegar a ser mortales.

Una persona se considera sedentaria cuando pasa periodos extensos en reposo y no cumple con la cantidad de actividad física recomendada por la OMS, que en el caso de los adultos, es de 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana, repartidos durante varios días.
Si sientes que tu vida está transcurriendo entre la silla de la oficina y el sofá de tu casa, es hora de hacer un cambio, porque es muy probable que estés llevando un estilo de vida sedentario, que, aunque no parece muy preocupante a simple vista, en realidad esconde todo un conjunto de consecuencias que está viviendo tu cuerpo y que irán manifestándose con el paso del tiempo.
Lo que pasa tras bambalinas
Se estima que los primeros efectos nocivos del sedentarismo se pueden experimentar tan solo a pocos días de llevar una rutina con un nivel bajo de actividad física; lo primero que va a pasar es que la quema de calorías disminuirá drásticamente, promoviendo el aumento de peso por acumulación de grasa; en la medida en la que dejamos de usar nuestros músculos, estos pierden masa muscular y fortaleza, y lo mismo pasa con nuestros huesos, que ante la quietud, también pueden sufrir un proceso de pérdida de minerales, afectando capacidades físicas como el equilibrio y la flexibilidad.
La inactividad también nos puede llevar en un corto periodo de tiempo a sufrir desbalances en nuestro estado de ánimo y calidad del sueño, ya que el ejercicio físico ayuda a controlar los ciclos de sueño y vigilia, además de que ayuda a producir neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, indispensables para la regulación emocional y la reducción de la ansiedad y el estrés.

Unas semanas después
Más temprano que tarde, los efectos a mediano plazo del sedentarismo empezarán a presentarse, estos pueden ser mucho más evidentes físicamente y pueden deteriorar nuestra calidad de vida tanto dentro como fuera de nuestro hogar.
Con el paso de las semanas teniendo un estilo de vida sedentario, se empezará a reflejar el exceso de peso en nuestro cuerpo, debido a la disminución del gasto calórico en nuestro día a día, este desbalance puede causar fatiga crónica y problemas respiratorios, incluso puede hacer que se nos dificulte realizar actividades cotidianas relacionadas con el hogar o el transitar de un lado a otro.
Para este punto nuestro sistema metabólico probablemente se ha ralentizado, haciendo que nuestro cuerpo no pueda convertir los nutrientes en energía de forma eficiente, esto, a su vez, perjudica la capacidad de nuestro corazón de operar con normalidad.
También en esta etapa se espera una disminución en nuestra función cognitiva, deteriorando nuestra capacidad de concentración. A mediano plazo, llevar una vida sedentaria también se ha relacionado con la disfunción sexual tanto en hombres como mujeres.

Cuando el mal hábito no es combatido
Lastimosamente las consecuencias a largo plazo para las personas que nunca deciden combatir el sedentarismo pueden ser graves y alterar para siempre su calidad de vida; años de quietud física nos pueden llevar a desarrollar las peores versiones de las condiciones que ya se empezaban a asomar desde los primeros días de inactividad.
Nuestro peso puede aumentar tanto que podemos empezar a sufrir de obesidad, la cual suele desencadenar otras enfermedades como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico; el esfuerzo que ha hecho nuestro corazón para combatir el déficit metabólico durante este tiempo, puede generar un desgaste que lo exponga a condiciones como la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca y la hipertensión arterial, se ha descubierto incluso, que el sedentarismo a largo plazo contribuye al desarrollo de algunos tipos de cáncer y de osteoporosis.
Siempre podemos empezar
Aunque en su estado más grave el sedentarismo nos puede causar condiciones que nos afecten de por vida, nunca es tarde para hacer un cambio, mantener una vida activa nos ayuda a controlar las condiciones preexistentes y prevenir las puedan venir en camino y lo bueno, es que no te tienes que extenuar en un gimnasio o en una cancha, hasta una buena caminata en compañía de un ser querido es ganancia para nuestro cuerpo, no te rindas y no dejes de moverte.
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