Cómo mantener el hábito de ir al gimnasio
Muchas personas escogen ir al gimnasio como la mejor alternativa para mantenerse en forma, pero este hábito es difícil de mantener en el tiempo para muchos de nosotros, por lo que terminamos haciendo una inversión que no va a durar más de un par de meses y nos hará renunciar al propósito de mantenernos más activos y fuertes.

El Ordnance Survey, o OS, entidad encargada en el Reino Unido de entrevistar y medir las tendencias de comportamiento de las personas en diversas áreas, lanzó recientemente los resultados de una encuesta a 2 mil personas, en las que se les preguntaba por qué evitaban ir al gimnasio; hoy queremos hacer el ejercicio de revisar algunas de las respuestas y, si te identificas con algunas de ellas, ofrecerte alternativas para que no dejes de ejercitarte.
No solo una tarea más
El resultado más común que pudo rescatar la OS de su estudio fue que el 95% de las personas quisieran evitar pensar en el gimnasio como una tarea más y hacer de su rutina de ejercicios un momento más disfrutable.
Es posible que este sentimiento venga del cansancio de nuestra rutina en general y la necesidad de tener estructuras claras en nuestros trabajos y hogares; si te sientes identificado con este pensar, quizás lo que necesites es soltar el control: evita preocuparte con el qué hacer y ve a tu ritmo, explora las diferentes máquinas y herramientas o intégrate a una clase que esté a punto de empezar; lo importante es que tu mente considere el ir al gimnasio como una actividad segura para descansar la mente y energizar el cuerpo, no un evento más para tachar de la lista de pendientes.
Ir con amigos también es una excelente alternativa para ver el gimnasio como un lugar de encuentro, además tendrás a alguien con quien revisar tu forma y dispersar los pensamientos y cargas alrededor de tu rutina diaria.

¿El gimnasio vale lo que cuesta?
Otro indicador predominante en la decisión de las personas fue el alto costo de ir a los gimnasios, siendo el 74% de las personas quienes determinaron que los precios de inscripción y mensualidad son la causa de su deserción o abandono.
Es innegable que en Latinoamérica también podemos notar esta tendencia, pero lo cierto es que también tenemos muchas oportunidades y ofertas para poder invertir en un gimnasio, y es que esa es la palabra clave: inversión; debemos entender que actividades como ir al gimnasio son en realidad actos de autocuidado que no solo nos brindan bienestar, sino que nos dan un espacio para reenfocar nuestro tiempo y nuestras energías en acciones saludables, evitando excesos u otras prácticas menos sanas.
Aún cuando no estés dispuesto o en capacidad de pagar un gimnasio, en la mayoría de las poblaciones, las mismas municipalidades ofrecen espacios públicos y gratuitos a los que puedes acceder, es solo una cuestión de hacer un poco de investigación en los entes locales y aprovecharlos.
El saber hacer
Tantas máquinas y ejercicios pueden ser un poco intimidantes para muchas personas, y eso lo refleja este estudio, que reveló que el 28% de las personas temen hacer un mal uso de los equipos y el 18% sienten ansiedad ante la posibilidad de tener que pedir ayuda al personal.
Solucionar estos impedimentos requieren tiempo y un poquito de valentía, nadie nació sabiendo manejar unas mancuernas o una pelota de pilates, pero al final del día, tú estás pagando por un servicio, y un gimnasio de calidad te va a ofrecer profesionales dispuestos y capacitados para ayudarte, no creas que eres la primera persona ni la última que va a requerir asistencia, así que respira profundo y aprieta el botón de ayuda, vas a ver que con el tiempo el movimiento se va a mecanizar y lo vas a lograr hacer sin pensarlo dos veces.
Otra posibilidad, que de todos modos no es mejor que preguntarle a alguien que te pueda ver y asistir en vivo, es leer sobre los consejos para hacer determinado ejercicio o mirar en un video cuál es la forma correcta para llevarlos a cabo; eso sí, fíjate bien de quién te asesoras, recuerda que en internet no todo lo que brilla es oro.

¿El gimnasio no es para ti?
Si ninguna de estas alternativas te convence o definitivamente sientes que el gimnasio no es un espacio que puedas disfrutar, recuerda que llevar una vida activa es posible de muchas otras formas; el ejercicio al aire libre o en casa, los deportes, las clases particulares y hasta el movimiento incidental son opciones igualmente válidas, así que no te desanimes, encuentra el tipo de ejercicio que es mejor para ti y muévete.
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