Un inicio de año viral
En las redes sociales, en las reuniones familiares y en conversación con los amigos, parece que todos viven y hablan de lo mismo en este inicio de año: las enfermedades virales. La exposición a grandes volúmenes de personas, además de un cuerpo debilitado por los malos hábitos del fin de año, han sido la receta perfecta para que cada hogar se convierta en un foco de contagio difícil de controlar.
Muchos tienen problemas digestivos, mientras otros parecen tener un resfriado muy fuerte, el uso de medicamentos es desproporcionado, mientras la desinformación también está a la orden del día; por eso, para lidiar con este fenómeno que está en boca de todos, te proponemos discernimiento y mucha, mucha prevención.
El regreso de los buenos hábitos
Lo primero y más importante que debemos tener para evitar el contagio es un cuerpo sano, con el fin de las fiestas ya no hay excusas, retoma o inicia una dieta más balanceada, ten una mejor higiene del sueño y mantente activo.
Elige una dieta casera y natural, comer por fuera o pedir un domi es práctico, pero aumenta las posibilidades de exponerte a productos contaminados; no hay nada mejor que saber de dónde viene tu comida y la calidad de la misma, además, tienes el privilegio de comer a tu gusto, como debe ser una alimentación consciente.
Busca dormir por lo menos siete horas cada noche y establece unas horas estándar para hacerlo, una mala higiene del sueño es la puerta de entrada a enfermedades serias que repercuten en nuestro sistema inmune, si este no está en condiciones de combatir un virus, va a ser mucho más difícil evitarlo o sobrellevarlo.
Aunque tu propósito de año nuevo sea volver al gimnasio, quizás este no es el mejor momento para hacerlo, elige mejor el ejercicio al aire libre o prácticas que no requieran de muchas personas, las opciones son muchísimas, y de paso podrías estar descubriendo nuevas formas de mantenerte activo. Si de todos modos prefieres el gimnasio, mantén la higiene al máximo, limpia antes y después de usar los espacios y las herramientas, evita compartir artículos personales.
Ponle barreras a la posibilidad de contagio
En la actualidad hay muchas formas de estar presentes sin estar juntos, si un buen amigo o un familiar está pasando por un cuadro viral, intenta limitar los espacios compartidos al máximo, quizás por el momento lo mejor que puedes hacer por ti y por ellos es darles una llamada o charlar por las redes, recuerda que no solo tú te expones al contagio, existen muchas personas que deben convivir contigo en tu empleo y en tu hogar que también podrían sufrirlo y que podrían tener reacciones mucho más adversas de las esperadas.
¡Arriba las defensas!
Comer bien, dormir a plenitud y mantenernos activos son las formas más naturales de mantener arriba nuestras defensas, pero no son las únicas.
Para hacerle frente a las posibilidades de un contagio, consulta con un experto sobre algunos suplementos o tratamientos que pueden ayudarte a mantenerte en óptimas condiciones, la quiropráctica, por ejemplo, ha sido relacionada con la buena salud del sistema inmune, ya que mantiene el sistema nervioso en óptimas condiciones, si es natural y no hay daños colaterales, no tienes nada que perder y mucho que ganar.
En caso de que te pase a ti
Nadie está exento, por más que se cuide, de caer víctima de un cuadro viral por estas fechas, si este es tu caso, no te preocupes, también se vale pasar de la prevención a la acción, o bueno, en este caso, a la inacción.
Por un rato olvídate un poco de comerte el mundo y date tiempo de descansar. La alimentación correcta y el reposo son los mejores expertos para lidiar con un cuadro viral, opta por comidas livianas pero aportantes, hace poco, por ejemplo, hablábamos en nuestro blog del poder las aromáticas, ¿por qué no darles una oportunidad?
Sé responsable con tus seres queridos y las demás personas, mantén la distancia y enfócate en tu mejoría; con un par de días que te apliques al reposo y el autocuidado, notarás que los efectos no son tan desgastantes ni duraderos en el tiempo. Eso sí, no olvides consultar a un experto si los síntomas no parecen mejorar y una vez estés bien, regresa a tu rutina de movimiento habitual o incluso una mejor.