Hábitos saludables “para llevar”
Dicen que los seres humanos somos criaturas de hábito, por eso, cuando nuestras rutinas tienen un leve cambio, se nos hace difícil seguir con los cuidados que tenemos con nosotros mismos en un día normal.
Para que un viaje o un día fuera de casa no complique mucho el mantenimiento de nuestros hábitos saludables, existen algunas estrategias que pueden ayudarnos a continuar trabajando en nuestras metas de bienestar personal, aún cuando no estamos en el ambiente que consideramos ideal para llevarlas a cabo.
1. Para mantenernos activos
- Haz ejercicios incidentales
Los ejercicios incidentales son aquellos para los que no nos preparamos con anticipación y que hacen parte de nuestra cotidianidad; pueden ser acciones sencillas como subir escaleras en lugar de usar ascensores, caminar o ir en bicicleta en vez de usar transportes motorizados, o también, cargar manualmente las compras y no encargarlas a alguien más; algunos de estos ejercicios realizados a través de todo el día pueden tener un impacto muy positivo en tus niveles de sedentarismo, logrando que, a pesar de que no tengas tu rutina física de siempre, no te quedarás quieto del todo.
Esta estrategia es particularmente buena si estás teniendo un día de tareas varias en el centro de la ciudad o tienes que salir temprano a atender alguna diligencia pendiente, aunque también lo puedes encajar perfectamente en tus rutinas de viaje.
- Identifica dónde y cuándo puedes hacer una breve sesión de ejercicio:
Digamos que te vas a una convención que se cruza con tu hora habitual de hacer ejercicio y te mantendrá sentado en una silla por largas horas, en estos casos, identifica la hora en la que tendrás que estar listo para el evento y antes de ella comprométete a una rutina previamente planeada y estructurada, puedes encontrar sesiones completas con duraciones desde los 7 minutos que van a activarte de pies a cabeza y dejarte energizado y listo para la agenda del día.
- Aprovecha los momentos de ocio:
También para esos días repletos de eventos y reuniones, crea o aprovecha pausas en el itinerario para ponerte en movimiento: estírate, ve por una bebida refrescante, sal a recibir un poco de sol. Salir de la sala de conferencias no solo te mantendrá activo, también diversificará tu mente y la mantendrá atenta y estimulada.
2. Para seguir comiendo sano
- Planea desde casa
Si sabes que vas a estar por fuera un buen rato, ten en cuenta la cantidad de comidas que consumes al día y los momentos en los que lo haces normalmente, puedes buscar una buena opción en el lugar al que vayas o llevar tu mismo algunos snacks e incluso comidas completas para no perder el ritmo en los tiempos ni en la calidad de los alimentos que consumes; si tu mismo llevas tus comidas puedes elegir qué comer y cuándo, y será menos probable que comas a deshoras o consumas algo que realmente no deseas comer por falta de accesibilidad a otras opciones.
- Mantén claras tus necesidades alimenticias
Es particularmente importante cuando estamos de viaje mantenernos firmes en nuestras rutinas alimenticias respetando los tiempos y las cantidades que necesita nuestro cuerpo para funcionar de forma idónea. Es muy válido querer probar y conocer otras gastronomías, pero los excesos nos pueden llevar a problemas de salud que nos pueden dañar por completo el viaje; prueba con calma y mesura cubriendo los grupos alimenticios más importantes; en las proporciones correctas podrás disfrutar mucho sin poner a pasar un mal momento a tu sistema digestivo.
3. Para tener un descanso apropiado
- Ponte un cronograma de sueño
Seguramente muchos de nosotros no queremos escatimar en tiempo para descubrir todo lo que queremos durante un viaje, pero para sacarle a la experiencia su máximo potencial lo mejor es estar despiertos y alertas. La falta de sueño puede ocasionar dolores de cabeza, falta de concentración, poca capacidad de reacción y hasta irritabilidad, así que dale a tu rutina las horas de descanso que realmente necesita.
Aunque lo ideal es tener unas horas fijas de descanso, sabemos que eso no es tan fácil de cumplir en algunas circunstancias, así que solo asegúrate de cubrir de 7 a 9 horas de sueño; así salgas un poco tarde del hotel, lo harás con toda la energía y disposición para un buen día de movimiento.
- Cero distracciones
A muchos se nos dificulta conciliar el sueño después de un día atípico o durante un viaje, pero la solución no está en quedarnos viendo el celular o mirando al techo dando vueltas con nuestra cabeza.
Practica ejercicios de respiración para relajarte, ve soltando cada uno de tus músculos empezando por los pies hasta llegar al cuello, este ejercicio hecho a conciencia y de forma tranquila, probablemente te hará caer dormido antes de llegar al tren superior, así, tu cuerpo y tu mente quedarán relajados y listos para una noche de sueño reparador.
4. Para que nuestra mente esté bien
- Busca tu descanso mental antes y durante el día
Vivir y convivir en medio del agite de un día atípico puede ser bastante estresante, evita la sobrecarga mental planeando y escribiendo tus pendientes para no tener que llevarlos en tu cabeza con el miedo de olvidarlos, y también, busca espacios donde puedas sentarte a respirar, lento y consciente para retomar la calma y el propósito para seguir sacando el día adelante.