Los antioxidantes y su importancia en nuestro cuerpo

Proteínas, carbohidratos, fibras y grasas saludables: esta es la combinación idónea para una alimentación completa; pero no todas las proteínas o carbohidratos son lo mismo para nuestra nutrición; dentro de cada una de estas categorías de alimentos podemos encontrar componentes buenos y no tan buenos que determinan nuestra salud y le dan más o menos eficiencia a cada alimento respecto a su capacidad nutricional.

Uno de los componentes que pueden hacer de un ingrediente un verdadero superalimento son los antioxidantes, un compuesto que, como su nombre lo indica, inhiben la oxidación que lleva al desgaste de un cuerpo orgánico.

Con microscopio

Para entender mejor a los antioxidantes y lo que hacen por nosotros, es necesario conocer un poco de la química y biología de los cuerpos vivos. Entre los millones de procesos que nuestro cuerpo realiza a nivel celular está la producción de radicales libres, unas moléculas químicas altamente inestables que son necesarias para funciones como el metabolismo y la defensa del cuerpo frente a infecciones; pero en cantidades excesivas, los radicales libres contribuyen a la oxidación de nuestro cuerpo, que puede causar envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de padecer enfermedades neurológicas, cardiovasculares, degenerativas y algunos tipos de cáncer.

Los antioxidantes se encargan entonces de neutralizar los radicales libres evitando sus efectos dañinos en nuestro organismo; estos se pueden encontrar de forma natural en muchos alimentos, en especial, frutas y verduras, pero también se pueden consumir por medio de suplementos, siempre bajo la asesoría y supervisión de un experto.

Otros beneficios

Además de ser claves para nuestra longevidad y juventud, los antioxidantes también aportan a nuestro cuerpo otros beneficios:

• Controlan la oxidación del colesterol malo evitando la generación de placas en las arterias, causantes de enfermedades cardiacas.
• Contribuyen a la salud y sanación de la piel, ya sea por daños causados por el sol o a través de un buen proceso de cicatrización.
• Previenen enfermedades oculares degenerativas y mantienen la salud visual en el tiempo.
• Fortalecen el sistema inmune protegiendo a las células responsables de este del proceso de oxidación.
• Ayudan a mejorar el rendimiento físico y la recuperación después de sesiones de ejercicio.

La alimentación antioxidante

No existe un solo tipo de antioxidante, por lo que las opciones para integrarlos a nuestra alimentación son variadas y deliciosas; aquí te contamos algunos de los tipos de antioxidantes, cómo nos benefician y en qué alimentos podemos encontrarlos:

1. Betacaroteno (provitamina A): además de sus propiedades antioxidantes, tiene características antiinflamatorias y se relaciona con el mejoramiento de condiciones cutáneas relacionadas con la exposición al sol; se puede consumir por medio de alimentos como la zanahoria, la calabaza, el tomate, la papaya, el carambolo, el mango y el melón.
2. Flavonoides: fuertemente relacionados con tratamientos para el rejuvenecimiento, los flavonoides son antioxidantes que han demostrado un efecto positivo en la salud cardiovascular y la preservación de la función cerebral; podemos ingerirla por medio del té verde, el vino tinto, los chiles, el apio, el perejil, el cacao, el brócoli, las coles de Bruselas y algunos tipos de cebollas.
3. Vitamina C: quizás una de las vitaminas más conocidas por todos, pero ¿sabías que el principal beneficio de esta vitamina no su capacidad para evitar los resfriados? La vitamina C realidad es una de las grandes responsables en la creación y regeneración de tejidos, además de apoyar la producción de colágeno; esta vitamina además no es producida ni almacenada por nuestro cuerpo, por lo que es muy importante mantener un consumo saludable de la misma, a través de alimentos como la guayaba, los pimientos, el kiwi, la coliflor, el repollo, la frambuesa, el limón y la naranja.