¿Qué hacer en las “mini vacaciones” de semana santa?
Semana santa es quizás la única fecha de descanso masivo en la que las personas no tienen la presión de cumplir con las apretadas agendas de las festividades de fin de año y cuentan con la cantidad justa de tiempo libre para tener un montón de posibilidades sin alterar a largo plazo sus rutinas.
El problema, es que con tantas personas queriendo aprovechar el tiempo al máximo, planes vacacionales típicos como los viajes, se pueden volver un verdadero desgaste debido al tráfico, la demanda de espacios y el aumento de personas en básicamente cualquier lugar con un mínimo de atractivo turístico.
Si eres de los más previsores y ya tienes todos estos factores fríamente calculados, o simplemente tienes la energía para hacerlos parte de la experiencia, bien puedes ir en busca de una buena aventura, pero si pensándolo mejor, no quisieras llegar el lunes de pascua más cansado de lo que estabas antes de salir a estas mini vacaciones, estas son algunas opciones para sacarles el mejor provecho sin lidiar con su lado más molesto.
Dedicarle tiempo a tu espiritualidad
Independientemente de que seas afín a las religiones vinculadas a la semana santa y la pascua o que no sientas afiliación a ninguna en absoluto, estos días de descanso pueden ser una verdadera oportunidad para explorar tu espiritualidad, una dimensión del ser humano completamente necesaria y que poco o nada tiene que ver con la religiosidad.
Sumérgete en ti mismo y descubre qué te llena y qué te hace falta, realiza una oración en agradecimiento o hazte una limpieza mental y espiritual como mejor lo sepas hacer.
El simple hecho de entregarte a una buena sesión de meditación o autorreflexión puede marcar una hoja de ruta para lo que viene dentro de tu proyecto de vida, y puede también llevarte a nuevas acciones y metas que te entusiasmen y te den un propósito para vivir en paz y feliz.
Reconectar con amigos y familia
Hay semanas y meses de trabajo que son tan demandantes que terminan alejándonos de todas las personas a las que queremos. El estrés y el cansancio son debilitantes, por lo que pasamos largas temporadas en las que no tenemos la suficiente energía para salir a socializar.
Los historiadores han descubierto que los seres humanos hemos evolucionado gracias a nuestro desarrollo como comunidad, por lo que el acto de pasar tiempo con otros, además de ser una actividad refrescante y divertida, es biológicamente vital para nuestro bienestar; la semana santa puede ser la excusa perfecta para salir de la comodidad de nuestras casas a la calidez y la alegría que representa estar en compañía de otros.
Explorar tus alrededores
Una de las razones por las que salir de viaje en semana santa no es tan divertido, es por la cantidad de tráfico que encontramos por el camino; un viaje de dos horas se puede convertir en uno de 4 o 5, y ni hablar del retorno a las ciudades, una verdadera pesadilla para los conductores y hasta para el medio ambiente; por eso, te proponemos que antes de sacar el mapa mires a tu alrededor.
En tu ciudad hay incontables lugares y actividades que posiblemente nunca has sacado el tiempo de descubrir o que podrías revisitar; una cerveza con amigos en un nuevo bar o una caminata ecológica por los cerros aledaños son actividades sencillas pero que le pueden dar un gran giro a tu rutina.
¡Descansa!
Vivimos la vida con tantos compromisos y pendientes que creemos que todo el tiempo tenemos que estar en función de algo. El descanso es tan importante para nuestro bienestar como la actividad física e intelectual, así que si te sientes agotado, no sucumbas a la tentación de andar corriendo de aquí para allá por el miedo a “desperdiciar” tu tiempo libre. Una buena siesta, un libro o un rato en la naturaleza son tan valiosas como cualquier destino turístico.
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