El colesterol y 4 comidas que lo definen

El colesterol es una de las sustancias orgánicas más incomprendidas del cuerpo humano, mucho se habla de él, pero poco se conoce realmente entre las personas del común, lo que ha generado mitos que pueden afectar nuestra forma de comprenderlo y manejarlo.

Este lípido es una sustancia grasosa que se alberga en nuestras células, ayudando a su desarrollo sano y a un metabolismo efectivo; pero tal como pasa con muchos otros elementos de nuestro cuerpo, el colesterol en niveles excesivos puede causar diversas enfermedades, cuyas consecuencias pueden variar en su nivel de gravedad e impacto en nuestra salud.

Algunas verdades:

  1. El mismo cuerpo humano produce colesterol en la medida justa para que cumpla sus propósitos: pero este también se encuentra en muchos alimentos de consumo diario para la mayoría de las personas, por lo que sus volúmenes normales se pueden alterar, llegando a niveles donde se le empieza a considerar colesterol alto o malo.
  2. El exceso de colesterol es silencioso y potencialmente mortal: no existe ningún síntoma que nos de una pista de que podemos estar sufriendo de niveles de colesterol alto, por esto, es importante hacernos chequeos constantes y mantener hábitos saludables.
  3. El colesterol malo no se da solamente por malos hábitos alimenticios: existen factores de riesgo genéticos, raciales y comportamentales como el poco ejercicio y el hábito de fumar que también pueden desencadenar un pico en los niveles de colesterol.
  4. El exceso de colesterol no solo se da en la edad adulta: jóvenes, adolescentes y hasta niños también pueden padecerlo, según los expertos del área de la salud, dependiendo de los factores de riesgo, algunos niños deben empezar a ser monitoreados desde los 9 años para prevenir o tratar este problema.

Unos niveles de colesterol altos pueden afectar de forma impredecible y muy peligrosa nuestra salud, al ser una condición asintomática, sus efectos pueden mostrarse sin previo aviso y de forma agresiva, incluyendo entre las afectaciones relacionadas a este fenómeno: la angina, los coágulos de sangre, los ataques cardiacos, los accidentes cerebrovasculares, entre otras condiciones relacionadas a los sistemas circulatorio y cardiorrespiratorio.

Las consecuencias de unos niveles altos de colesterol pueden ser mortales, pero su tratamiento no podría ser más sencillo: se considera que el gran pilar de la calidad del colesterol tanto para bien como para mal es la alimentación.

1. Ingiere alimentos ricos en fibra:

La fibra absorbe grasa y es particularmente buena para contrarrestar el colesterol malo que se ingiere a través de los alimentos. La avena, la quinoa, los cereales integrales y las preparaciones con centeno son opciones deliciosas que cubrirán tu necesidad de fibra y te aportarán energía dejándote saciado.

Las frutas y verduras también son fuentes excelentes de fibra; los frutos del bosque, las manzanas y los bananos tienen los mayores niveles de fibra en las frutas, mientras los guisantes, el brócoli, las coles de Bruselas y las papas se llevan la corona entre las verduras.

2. Evita la proteína animal:

Aunque no suelen ser los alimentos que más efecto tienen en los niveles de colesterol, los lácteos enteros tienen la suficiente cantidad de grasas saturadas para empezar a hacer mella en nuestro organismo; busca opciones descremadas o vegetales para reemplazar o disminuir el consumo de alimentos como la leche y los quesos.

Las carnes rojas, los embutidos y las vísceras, por su parte, además de tener una cantidad importante de grasas saturadas y ser cocinadas con otros aceites que también pueden ser dañinos, suelen prepararse con mucha sal, un ingrediente relacionado con la retención de líquidos y diversos problemas cardiovasculares. Ingiere estas comidas con mucha moderación y en cocciones sanas, o mejor aún, opta por cortes magros y mayores cantidades de proteína vegetal.

3. Incluye en todas tus comidas grasas saludables:

El omega 3 de los pescados, los frutos secos, el aguacate y el aceite de oliva tienen propiedades que cuidan la calidad del colesterol y pueden disminuir la cantidad de triglicéridos. Además, las dietas ricas en grasas saludables como estas, están relacionadas con el mejoramiento de la presión sanguínea, lo que disminuye el riesgo de sufrir coágulos y taponamientos.

Elimina los ultraprocesados azucarados:

Una dieta con alto consumo de comidas ultraprocesadas, especialmente aquellas con contenidos grandes de azúcares, se ha relacionado con efectos mucho más agresivos por parte del colesterol malo. Comidas como los panes y pasteles producidos a escala industrial y las golosinas suelen ser ricos en grasas saturadas y trans, componentes que nuestro cuerpo no necesita y que no puede procesar de forma correcta.

No importa si lo padeces o no lo padeces

Acompaña tu nueva dieta con una vida activa, no fumes, cuida tu peso y por supuesto, visita regularmente a diferentes profesionales del área de la salud; consulta cuál es el mejor tratamiento en caso de que ya padezcas niveles altos de colesterol, pero si no lo haces, no olvides que la prevención es el mejor remedio y entre más natural, mejor.