¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando dejamos ciertas comidas?
Primera parte: el azúcar refinada
Pocos refranes son tan ciertos como aquel que dice que somos lo que comemos; las cosas que ingerimos son un factor determinante para un sinnúmero de características y posibilidades de nuestros cuerpos y mentes, y estos pueden impactar considerablemente cómo nos sentimos y qué capacidades, limitaciones o condiciones podemos llegar a desarrollar.
En este blog hemos hablado bastante sobre la comida, sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la gran variedad de “alimentos” que se encuentran a nuestras disposición en este mundo innovador y globalizado, pero entre tanta oferta, existen algunas opciones que no son las mejores y que solo con el hecho de evitarlas, podríamos estar dando un paso más hacia una mejor salud.
El azúcar refinada
En este blog hemos hablado bastante sobre la comida, sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la gran variedad de “alimentos” que se encuentran a nuestras disposición en este mundo innovador y globalizado, pero entre tanta oferta, existen algunas opciones que no son las mejores y que solo con el hecho de evitarlas, podríamos estar dando un paso más hacia una mejor salud.
Comparar el azúcar con algunas drogas puede considerarse disparatado en un principio, pero sus consecuencias pueden llegar a ser igual de devastadoras, de hecho, su consumo se ha relacionado directamente con enfermedades serias como la obesidad, la diabetes, el hígado graso, algunos tipos de cáncer y hasta las caries. Al igual que con las drogas, al empezar a cortar el azúcar de nuestra alimentación viviremos una especie de síndrome de abstinencia caracterizado por síntomas como fatiga, mareo, nauseas, ansiedad, depresión, alteración del sueño y problemas de concentración.
Aunque no va a ser fácil, durante el periodo de abstinencia puedes utilizar unos trucos prácticos para no recaer en el consumo de azúcar, puedes sacar todos los productos con azúcar refinada de tu mercado y de tu casa; si tienes una tienda cerca, intenta posponer o ponerte obstáculos para ir a ella; cada que sientas antojos, tomate un buen vaso de agua fría o ponte a hacer una actividad que encuentres placentera y distractora como leer o hacer ejercicio; una vez vencido el síndrome de abstinencia empezarás a notar los siguientes cambios:
- Vas a tener un peso más saludable: el alto consumo de azúcar aumenta los niveles de energía en el cuerpo, cuando esta energía no se quema se convierte en grasa, esto, combinado con la inhibición de la leptina, una hormona encargada de hacernos sentir saciados, es la receta perfecta para empezar a sufrir de sobrepeso y obesidad; al dejar el azúcar, no solo estas evitando sobrecargar el cuerpo de energía que no vas a utilizar, sino que vas a sentirte saciado más fácilmente, por lo tanto, tu peso será más armónico con tu nivel de actividad física.
- Tu piel estará más sana: los picos de glucosa, que es el tipo de energía que produce el azúcar refinada, están relacionados a condiciones dérmicas como los brotes de acné y el envejecimiento prematuro, cuando llevas un tiempo sin consumir azúcar dejan de existir los primeros y se detiene el proceso de deterioro del segundo.
- Una sonrisa más hermosa y unos dientes más fuertes: hasta hace algunos años, el peor daño que le atribuían al azúcar era el desarrollo de caries y enfermedades periodontales, y aunque ya sabemos bien que no son los únicos, estos también se pueden detener cuando dejamos de consumir esta sustancia, necesitarás de un buen odontólogo para tratar si ya hay daño, pero este ya no se profundizará.
- Mejores noches de sueño: el azúcar tiene varias razones por las que puede alterar la calidad de nuestro sueño; en primer lugar, los picos de energía que nos causa, provocan que no nos den ganas de dormir, y en segundo, su alto consumo causa cambios hormonales como el aumento de las hormonas del estrés que nos pueden causar insomnio, intermitencia del sueño o irregularidad en nuestra rutina de descanso; ambos fenómenos dejarán de existir cuando se limite el consumo de azúcar.
Todo en equilibrio
La ventaja de la época en la que vivimos es que tenemos muchas opciones para saciar muchos de nuestros antojos menos saludables, en el caso de azúcar, las frutas son una excelente opción para darle un toque dulce a nuestra alimentación; existen también endulzantes naturales como la miel y la estevia y reposterías especializadas en postres más saludables.
Hacer un cambio tan drástico puede parecer un reto imposible para muchos, pero todo es cuestión de costumbre y de reconocernos a nosotros mismos y definir cuál es la mejor forma de dejar un mal hábito, hay quiénes lo logran cortando de raíz y hay quiénes lo hacen poco a poco, ninguna opción es mala, pero siempre será un buen consejo recomendarte que cómo sea que lo hagas, cuentes con el apoyo y asesoría de un experto para tener éxito.
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