¿Te caes a menudo? Estas son algunas posibles razones
Cuando hace rato dejamos atrás los tiempos en los que parecíamos ser niños de goma y empezamos a sentir que no somos tan fuertes y resistentes como en nuestra juventud, comenzamos a tomar todo tipo de medidas para cuidarnos y mantenernos lo más sanos posible; consciente o inconscientemente nos hacemos más cautelosos y evitamos situaciones que nos expongan al dolor o la enfermedad.
Un buen ejemplo de esto es nuestra exposición a las caídas; en la medida que nos hacemos mayores, estas se vuelven ocurrencias más escasas, gracias a que nos mantenemos más atentos y conocemos muy bien que sus consecuencias pueden ser más duraderas e intensas ahora; pero ¿qué pasa cuando a pesar de nuestros mejores esfuerzos nos seguimos cayendo a menudo? Es posible que haya razones de fondo que no son nuestra culpa y que más vale tener presentes.
1. Desmejora de la visión
Una de las principales razones por las que nos podemos empezar a caer más a menudo es la desmejora de nuestra capacidad visual; si tus caídas están acompañadas de otros síntomas como visión borrosa, dificultad para leer o ver de noche, o deterioro de tu agudeza visual y vista periférica, debes acudir a un especialista en salud visual que te diagnostique y trate de forma oportuna.
2. Presión arterial baja
Cuando la irrigación de sangre en nuestro cuerpo es mucho menor de lo que debería ser, estamos enfrentando un caso de hipotensión, una condición seria que se suele manifestar con caídas o desmayos frecuentes y puede tener consecuencias graves como entrar en estado de shock o sufrir afecciones cardiovasculares.
Otros síntomas que pueden indicar que padecemos presión arterial baja son la somnolencia, la sensación de aturdimiento y confusión, debilidad, náuseas, vómito y dolores en la cabeza, cuello y espalda.
3. Disminución de la coordinación y los reflejos
Varios órganos y sistemas influyen en el funcionamiento correcto de nuestro equilibrio; si notas que tus caídas frecuentes están relacionadas a que te cuesta trabajo mantenerte en pie o sosteniendo una postura cuando no estás en reposo, debes revisar el estado de tus oídos, tus pies, tus ojos y tu sistema nervioso.
Enfermedades como el vértigo, la migraña vestibular, la esclerosis múltiple, los accidentes cerebrovasculares e incluso algunos tumores pueden ser la razón por la que tu coordinación está afectada; en caso de padecer cualquiera de estas condiciones, debes tener un tratamiento oportuno, así que presta especial atención si tus caídas son causadas por problemas de equilibrio.
4. Enfermedades cardiacas
Condiciones como la arritmia y la embolia pulmonar tienen una alta probabilidad de causar desmayos y caídas; estas son enfermedades que requieren atención inmediata, ya que no solo a causa de la caída puedes sufrir traumas importantes, sino que, por la misma naturaleza de estas enfermedades, puedes tener un taponamiento arterial o una desregulación del ritmo cardiaco que pueden llegar a ser mortales.
La embolia pulmonar puede causar otros síntomas como dificultad para respirar, tos con o sin sangre, piel azulada (cianosis) y sensación de dolor o hinchazón en la pierna. La arritmia, por su parte, puede causar sudoración, mareos, vértigo y palpitaciones.
5. Efectos secundarios de algunos medicamentos
Desafortunadamente, muchos tipos de medicamentos pueden tener como efecto secundario la posibilidad de sufrir caídas; entre ellos los más comunes son los que causan somnolencia como los opiáceos, para tratar el dolor, los antihipertensivos, para controlar la presión arterial y los psiquiátricos, para tratar condiciones mentales.
El consumo de diversos medicamentos en un mismo periodo de tiempo, también puede causar reacciones que conduzcan a caídas y otras enfermedades, nunca consumas más de un medicamento junto, a menos que así sea indicado o aprobado por un especialista.
Una cuestión de contexto
Las caídas pueden decirnos muchas cosas de nuestra salud en general, presta atención cuándo suceden, por qué lo hicieron y de qué otras manifestaciones fueron o están siendo acompañadas; ten en cuenta que las caídas frecuentes también pueden ser indicadores de enfermedades de raíz desconocida hasta ahora como el Parkinson.
Incluso si no detectas otros síntomas, además de la caída en sí, hazte chequeos periódicos y consulta regularmente a un quiropráctico profesional que te ayude a sanar las consecuencias de las caídas y mantenerte fuerte y flexible para protegerte de otras en el futuro.
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