4 hábitos saludables que como hombre puedes estar descuidando

El bienestar es un tema que históricamente se ha atribuido principalmente a las mujeres; el comer sano, hacer ejercicio constante y cuidar de nuestros cuerpos son actividades que son esperadas y casi que mandatorias para la población femenina, pero cuando son llevadas a cabo por hombres, se perciben como actividades accesorias, o en los peores casos, se les  considera actos poco masculinos y causa de burlas o reproches.

A pesar de que los tiempos cambian, y cada vez nos acercamos más hacia el respeto y el entendimiento de que como seres humanos, todos tenemos derecho no solo a cuidarnos, sino a consentirnos por medio de las prácticas del bienestar, todavía hay uno que otro hábito saludable que muchos hombres no han incorporado a sus rutinas, algunas veces por desconocimiento, otras por falta de costumbre, e incluso en algunos casos por simple omisión.

1. Llevar una dieta balanceada:

Seguro que si nos imagináramos una cena para un hombre, lo último que se nos pasaría por la mente es una ensalada, pero es precisamente la inclusión en su dieta de frutas y verduras lo que más precisan ellos en estos momentos.

Tristemente en gran parte del mundo las mujeres viven más que los hombres, y esto tiene mucho que ver con que el género masculino está más expuesto a enfermedades crónicas y graves debido a sus hábitos, siendo la nutrición uno de los más influyentes.

Una dieta balanceada que incluya fibra y grasas saludables, además de proteína y carbohidratos simples, tendrá incontables beneficios tanto para la prevención de enfermedades, como para una relación más sana con nuestros cuerpos, nuestros niveles de energía y la regulación de nuestro metabolismo.

2. Incluir el cardio en las rutinas de ejercicio:

Muchos vemos el cardio como un paso previo para poder empezar el ejercicio de fuerza sin exponernos a una lesión, por lo que no le dedicamos mucho tiempo ni esfuerzo, cuando la realidad es que en términos de bienestar y salud a largo plazo, el cardio podría ser igual o más importante que el entrenamiento con peso.

Como su nombre lo indica, el cardio es un tipo de ejercicio caracterizado porque pone en movimiento nuestro corazón; hacerlo de forma constante y concienzuda hace que este órgano se vuelva más fuerte y resistente, previniendo enfermedades del sistema cardiovascular, uno de los más afectados con el paso de los años, especialmente entre la población masculina.

Hacer cardio es mucho más que montarse en una bici estática o en una caminadora; si te aburren estos ejercicios, hay otra infinidad de opciones que puedes hacer tan solo con el peso de tu cuerpo o incluyendo pesas de forma controlada, así que no hay excusas para saltártelo o dejarlo en un segundo plano.

3. Prestar atención a los cambios biológicos:

Estamos rodeados de todo tipo de campañas que invitan a la revisión periódica y cuidado preventivo de muchas enfermedades propias de las mujeres; casi todas conocen cómo hacerse un autoexamen para prevenir el cáncer de mama, cada cuánto deben ir a un especialista o cuáles son los factores de riesgo de muchas de sus posibles dolencias; pero esto rara vez pasa con los hombres, lo que hace que ellos puedan olvidar que también deben cuidarse y estar al tanto de los cambios que su cuerpo va experimentando con los años.

Debido a la poca información que se encuentra disponible en los medios masivos, es todavía más importante que los mismos hombres tomen la iniciativa de consultar respecto a los cambios o molestias que puedan ser indicativos de un problema subyacente,  podríamos decir que es incluso más importante el generar una rutina de revisiones periódicas con diversos expertos del área de la salud para mantenerse bien en general.

Enfermedades como el cáncer de próstata y de testículos y las enfermedades cardiovasculares siguen siendo letales entre los hombres, a pesar de ser condiciones que detectadas a tiempo, podrían ser tratadas sin mayores inconvenientes a largo plazo.

4. Pedir ayuda:

Las expectativas sobre lo que es ser hombre o mujer en nuestra sociedad nos han llevado a incomprensiones que nos han costado dolor y represión tanto a unos como a otros durante demasiado tiempo. Muchas generaciones han criado a sus hijos varones para luchar sin tregua y no mostrar una sola pena, pero eso no solo es innecesario, es terriblemente contraproducente para su salud mental.

Pedir ayuda no solo es un acto que nos permite construir relaciones sanas y sociedad, también es un hábito que debe entenderse como un acto de amor propio y confianza, la posibilidad de darnos a nosotros mismos un respiro por nuestra paz y estabilidad.

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