10 manjares para tu mente (Primera parte)

Nos encanta conocer las propiedades de las comidas y para que nos sirven, sabemos cuáles comidas son ideales para combatir y prevenir condiciones como la diabetes o el cáncer, además de cuáles son buenas para nuestras articulaciones o nuestro corazón; pero, ¿nos hemos puesto a pensar que nuestra mente y nuestra salud cognitiva también se pueden perjudicar o beneficiar con lo que comemos? A continuación, te compartimos algunos de los ingredientes más apetecidos por nuestro cerebro y por qué no pueden faltar en nuestra dieta.

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1. Huevos

Además de ser una de las fuentes de proteína más accesibles, versátiles y sabrosas, los huevos son una de las mejores fuentes de colina y vitamina B que hay; estos nutrientes son esenciales tanto para el desarrollo del cerebro como para la prevención del deterioro cognitivo; lo mejor es que es un alimento que va bien tanto en el desayuno como el almuerzo y la cena, y ni el cielo es el límite para combinarlo y prepararlo.

2. Legumbres

Otras opciones bastante saludables para cumplir con nuestra ingesta proteica del día, que además son una excelente fuente de carbohidratos complejos, son las legumbres o granos; algunas de ellas, como los frijoles, lentejas, garbanzos y habichuelas son muy nutritivas para nuestra mente. Como el huevo, estas legumbres son ricas en vitamina del complejo B, entre las que se encuentra el acido fólico, un compuesto que ayuda a producir neurotransmisores; también son buena fuente de hierro que ayuda al rendimiento cognitivo y magnesio que contribuye a la buena memoria y concentración.

3. Frutas y verduras como el tomate, el brócoli, el aguacate y los arándanos

Quién diría que uno de los mejores aliados para nuestra salud cognitiva es una de las verduras más consumidas en los hogares latinoamericanos; el tomate, en especial cuando es cocinado o acompañado por grasa saludables como el aceite de oliva o el aguacate, tiene un gran poder antioxidante que previene el deterioro de las células cerebrales.

El brócoli, por su parte, tiene compuestos que ayudan a reducir la inflamación del tejido cerebral y es una buena fuente de vitamina K y cromo, la primera ayuda a la generación de grasas presentes y necesarias en el cerebro y la segunda ayuda a regular los niveles de glucosa y mantener la energía para que podamos funcionar bien.

tomates en un plato

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También aportando Vitamina K, el aguacate se hace un lugar indispensable en nuestra dieta para cuidar de nuestro cerebro; al ser también una buena fuente de potasio, promueve la buena circulación y presión sanguínea no solo en nuestro cerebro, sino en todo nuestro cuerpo.

Por último, pero no menos importante, están los arándanos, quizás una de las mejores frutas que podemos consumir para nuestra salud en general. Esta reina de los alimentos antioxidantes en su versión más silvestre contiene antocianinas, unos pigmentos naturales que pueden ingresar al cerebro a través de la sangre, nutriendo las áreas relacionadas con la memoria y el aprendizaje; un estudio ha estimado que su consumo frecuente puede conseguir que el envejecimiento cerebral se reduzca hasta en 2.5 años.

4. Pescados como el salmón y la trucha

Cuando se trata de valor nutricional, entre las proteínas animales el pescado es el rey, pero no cualquier pescado tiene los mismos propósitos; para el cerebro los pescados más grasosos como el salmón, el atún o el arenque son los favoritos, su alto contenido de omega 3 es un impulso seguro para el buen desarrollo y funcionamiento del cerebro; se ha determinado que esta grasa saludable mejora el estado de ánimo y la oxigenación del cerebro, además de reducir el riesgo de enfermedades cardiacas y del sistema musculoesquelético.

Arepas cocinandose sobre una plancha

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5. Tortillas y arepas

Directamente desde la cocina de nuestras abuelas, los amasijos no ultraprocesados de maíz como las tortillas y las arepas, tienen un lugar exclusivo entre los alimentos preparados que nos han regalado nuestras raíces y tradiciones para cuidar de nuestro cuerpo. Investigaciones recientes han descubierto que el aporte en vitamina B que nos da el maíz, además de su contenido en fibra y magnesio, tienen un impacto positivo en el funcionamiento del cerebro y nuestra salud cognitiva; además, su contenido de glucosa bajo mantiene los niveles de azúcar en la sangre bajo control y los niveles de energía del cerebro en su punto óptimo.

Las tortillas de maíz y las arepas además contienen luteína y zeaxantina, un par de componentes que juntos brillan por su efecto positivo en nuestra memoria, además de tener unos efectos positivos inigualables para nuestra salud visual.

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