4 acciones que deterioran nuestra memoria

Tenemos claro los años no pasan en vano para nuestro cuerpo, pero pensamos muy poco al respecto cuando se trata de nuestra mente. La mayoría de las personas en la medida que se hacen mayores notan que hay cosas que no funcionan como antes; la memoria, y con ella la concentración y la capacidad para aprender cosas nuevas parecen hacerse más difíciles, lo que puede ser bastante frustrante.

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La desmejora en estas aptitudes puede tener muchas posibles razones: estrés crónico, sobrecarga de información, distracciones constantes, y sí, el envejecimiento; por esto, para hacerle frente a los cambios, es necesario recurrir a algunos trucos y ejercicios que nos ayuden a mantener una memoria activa y sana.

El profesor de psicología y neurociencia de la Universidad de California en Davis, Charan Ranganath, describió para la CNBC los 4 errores principales que cometemos en contra del desarrollo y fortalecimiento de nuestra memoria y algunas prácticas para contrarrestarlos y eliminarlos por completo.

1. Llevas una vida muy monótona

Nuestra memoria está fuertemente ligada e influenciada por episodios específicos, lo que quiere decir que recordamos mejor algo cuando lo podemos ubicar en un momento y lugar específico; un buen ejemplo podría ser esa receta que aprendiste a hacer con tu mamá para el cumpleaños de tu hermana o el fragmento de un libro que leíste una mañana soleada de un primero de enero, pero la mayoría de nuestros días no son fechas especiales, así que para memorizar mejor, debemos ponerle un poco de diversidad al día a día.

La solución para mantener la memoria estimulada es realizar cambios constantes en tus rutinas; no tiene que ser nada muy drástico, el simple hecho de cambiar el café de después del almuerzo por una caminata puede hacer maravillas para reflexionar acerca de lo que te ha sucedido durante el día y retenerlo por medio del relacionamiento al entorno diferente o los estímulos nuevos.

Busca también diversificar las personas con las que te relacionas y los espacios en los que lo haces, darles una oportunidad a nuevos pasatiempos mantiene la vida entretenida y a la memoria haciendo las conexiones necesarias para poder retener más y mejor la información nueva.

2. Ser descuidados con nuestra calidad de sueño

Incluso mientras dormimos, nuestro cerebro está trabajando arduamente en activar la memoria y generar conexiones entre diferentes eventos vividos; según el Doctor Ranganath, sufrir una privación de sueño constante puede llevar a tener recuerdos fragmentados debido al daño que se causa en el córtex prefrontal, lo que, por supuesto, es un daño importante en la calidad de nuestra memoria.

Howard E. LeWine, editor en jefe médico de Harvard Medicine Publishing, asegura también que tanto la falta como el exceso de horas de sueño puede causar problemas vasculares como alteraciones en la presión arterial, diabetes y vasos sanguíneos estrechos, que limitan la circulación de la sangre, el azúcar y el oxígeno al cerebro, atrofiando diversos procesos mentales entre los que está el desempeño correcto de la memoria.

En este caso no hay ningún misterio, la solución está en dormir lo justo; el promedio de horas de sueño ideal está entre las 7 y las 9, aunque hay excepciones, y no pocas, por lo que siempre es bueno consultar con un experto para descubrir cuál es la meta de descanso óptimo para cada uno de nosotros.

3. Hacer muchas cosas a la vez

El multitasking puede ser una habilidad bastante impresionante en este mundo de velocidades vertiginosas, pero lo cierto es que esta práctica no es tan buena como la pintan, en especial para tu cerebro.

Cuando hacemos varias cosas a la vez le exigimos a nuestro cerebro que enfoque diversos recursos en lograr distintos objetivos; para hacer esto, el cerebro usa el córtex prefrontal, un área cuyo objetivo es prestar atención al mundo que nos rodea. Si el córtex prefrontal está demasiado ocupado ayudando a tu cerebro a hacer varias cosas a la vez, no podrá prestar atención a su entorno, por lo que no nos dará el insumo para generar recuerdos fuertes y confiables.

Como es común que tengamos varias tareas a la vez, para evitar el multitasking podemos optar por diferentes trucos bastante efectivos; puedes, por ejemplo, crear bloques de tiempo para cada una de las tareas pendientes o crea listas de prioridades que te ayuden a llevar a cabo una tarea hasta completarla sin distraerte ni dejar varias cosas sin terminar.

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4. Sobreestimar nuestra memoria

Es una idea bastante común que para ejercitar la memoria hay que hacerla esforzarse, pero esto no es necesariamente cierto. El Doctor Ranganath sugiere, de hecho, que no nos confiemos tanto de la capacidad de nuestra memoria y le demos una manito para que pueda retener las cosas con mayor facilidad en el tiempo.

Anotar las cosas o repetir procesos son buenas estrategias para refrescar nuestros recuerdos e interiorizarlos. Lo ideal es que retomes la idea que deseas retener en espacios y tiempos distintos, además de hacerlo en repetidas ocasiones, esto ayuda de dos formas: primero, estás reforzando lo que quieres recordar y segundo, lo estás conectando a momentos diferentes, aumentando las posibilidades de que la mente haga conexiones que te permitan volver a los recuerdos de forma más sencilla por medio del relacionamiento de un concepto con un momento o espacio específicos.