Cómo alcanzar un balance hormonal natural y duradero
Nuestro crecimiento, estado de ánimo, metabolismo y hasta nuestro desarrollo sexual: las hormonas juegan un papel indispensable a través de todo nuestro cuerpo y durante toda nuestra vida, pero así como pueden ser unas grandes aliadas para nuestra salud, también se pueden convertir en un serio problema si no se encuentran en un estado de balance perfecto.
Un desbalance hormonal puede tener diversos orígenes y más diversas aún serán sus consecuencias, por eso es importante prender las alarmas y acudir a un profesional de la salud en caso de sospecha o confirmación de cualquiera de los siguientes escenarios:
- Mal funcionamiento de la tiroides o la glándula pituitaria
- Tumores tanto cancerígenos como benignos
- Desordenes alimenticios
- Estrés
- El uso de medicamentos o drogas como la marihuana y los opioides
- Sufrimiento de un trauma o lesión
Teniendo en cuenta que sus posibles causantes son muchos y pueden no ser muy evidentes, es importante saber identificar las manifestaciones físicas que nos indican que algo no anda bien con nuestra producción hormonal; el problema es que los síntomas que puede causar esta condición son variados y fácilmente explicables por diversas enfermedades, las más comunes son:
- Cambios abruptos de humor
- Bajo deseo sexual
- Aumento o disminución drástica de peso
- Problemas de fertilidad
- Huesos débiles
- Rigidez e hinchazón en las articulaciones
- Problemas cutáneos
- Debilidad muscular
- Depresión, ansiedad y estrés
- Aumento del hambre y la sed
- Estrías violetas o rosadas
Si sientes uno o más de estos síntomas, una de las primeras cosas que debes hacer al acudir al médico es pedir que se revisen tus niveles de producción hormonal, para así descartar que un desbalance sea el causante de tus molestias, pero independientemente de que ese sea el caso o no, nunca está de más tomar acciones para mantenerte lo más saludable posible previniendo esta enfermedad o reduciendo sus efectos a través de hábitos diarios y naturales.
La triada infalible
Es imposible hablar de salud sin referirnos a la santísima trinidad del bienestar: ejercicio, alimentación, sueño. Sabemos que el discurso ya lo han oído un millón de veces, pero si lo seguimos repitiendo es porque funciona; así que si vamos a empezar por algo, que sea por estos viejos conocidos.
En lo que respecta a alimentación, si el objetivo es el balance hormonal, la clave está en un alto consumo de proteína en cada una de nuestras comidas, en el refuerzo de las grasas saludables y en el optar por una dieta alta en fibra; algunos expertos consideran que la dieta mediterránea es excelente para este caso y todos coinciden en que el azúcar es el peor de sus enemigos.
Si hablamos de ejercicio, los entrenamientos como el HIIT (entrenamiento por intervalos de alta intensidad) o los entrenamientos de fuerza son los más efectivos para mantener nuestras hormonas fluyendo, pero si por alguna razón no estás en condiciones de someterte a ejercicios tan demandantes, una buena sesión de cardio clásico puede ser un buen apoyo a la producción adecuada de hormonas como la insulina, la testosterona y la hormona del crecimiento, que con el paso de los años disminuyen drásticamente sus niveles de producción en nuestro cuerpo.
Por último, pero no menos importante, está el sueño. Debido a que unos de los signos clásicos de desbalance hormonal son la fatiga y el insomnio, tener un ciclo de descanso saludable podría volverse bastante complicado para una persona que sufra de esta condición, por esto, es vital apoyarte en la alimentación y el ejercicio, ya que con ellos podrás contrarrestar los efectos nocivos lo suficiente para tener la energía de cumplir con un sueño reparador y balanceado.
No sobreestimular tu cerebro con pantallas o actividades antes de la hora de dormir también puede ayudar, así como una buena rutina antes de dormir que con el tiempo se haga un hábito que le indique al cuerpo que se acerca al momento de entrar en reposo, para que esté lo pueda hacer sin problemas.
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