La mejor inversión que puedes hacer

A las personas se nos ha metido en la cabeza que una buena inversión es un bien físico (un auto, una casa, un emprendimiento), pero no hemos pensado que para poder cosechar los frutos de nuestro esfuerzo debemos estar física y emocionalmente saludables, así tendremos la energía no solo para obtenerlos, sino para disfrutarlos una vez contemos con ellos.

Hace una semana reflexionábamos sobre las lecciones que nos ha dejado la pandemia hasta ahora y una de las más importantes fue descubrir que la salud es lo más importante que tenemos para contar con una buena calidad de vida, por esto, hoy queremos hablarte sobre cómo invertir en ti mismo para que tu bienestar esté al máximo y seas imparable en todas tus dimensiones.

1. Médicos y expertos

Como nuestro cuerpo es una máquina compleja y poderosa, requiere de una atención experta y personalizada. El mismo profesional que entiende y cuida tu dentadura no es el mismo que entiende y cuida tu corazón, y el mismo principio aplica a todos los demás órganos y sistemas de nuestro cuerpo.

Aunque puede llegar a ser costoso y requiera de tiempo y esfuerzo, mantener una serie de tratamientos preventivos será el mejor cuidado a largo plazo que le puedes dar a tu bienestar en general. Recuerda lo que siempre te hemos dicho: no hay que esperar a que el dolor llegue para buscar un especialista, un control anticipado va a evitar el dolor y las consecuencias que tiene sobre tu estilo de vida.

2. Comida versus Nutrición.

Es una dura realidad: el mercado nos ha condicionado para que creamos que la mayoría de alimentos que son realmente nutritivos y beneficiosos están más lejos de nuestro alcance en tiempo y costos. Las comidas rápidas abundan y están a unos pasos de casa, y para colmo, suelen ser rellenadas de químicos que resultan hasta adictivos; así que podemos entender que la tentación es muy grande, pero comer sano tampoco es una misión imposible.

Lo más importante es entender que en la misma naturaleza está la respuesta. Los alimentos más sanos son lo que menos procesos suelen necesitar y aunque generalmente requieran de invertir tiempo o dinero para tenerlos, no es nada que un poco de organización y el saber priorizar tus gastos no pueda solucionar. No olvides que te estamos hablando de invertir y si bien cuesta, una buena inversión siempre lleva a un mayor beneficio.

3. La mente sana mantiene hábitos saludables.

Una rutina saludable no es fácil, requiere de esfuerzo y disciplina, y cuando nuestra mente no está en un buen lugar, mantener la disposición para lograrlo parece imposible. Invertir en tu mente no solo consta de acudir a un profesional de la salud mental, aunque por supuesto que es válido e indispensable que lo hagas si lo consideras necesario.

Cuidar de tu estado emocional también es saber priorizar y estructurar tus momentos de trabajo, de ocio y crecimiento personal; en esta categoría más que en cualquier otra el tiempo es la mejor inversión que puedes hacer, aunque dedicarle un dinero a ese concierto al que quieres ir o a las vacaciones que tu cuerpo te está pidiendo a gritos son decisiones igual de necesarias.

Hay muchas estrategias que te pueden ayudar a invertir de forma sensata en cada uno de los elementos que te mencionamos anteriormente; consulta a un experto, escucha a tu cuerpo y en este caso no seas muy indulgente contigo mismo, poco a poco ve avanzando hacia los cambios, sin metas imposibles ni exprés. Vas a ver que en cuestión de hasta horas o días la sensación de bienestar te hará sentir energizado y en armonía con todos tus propósitos.