Cómo hacer tus caminatas más efectivas con un leve cambio

Desde las filas del ejército estadounidense ha llegado una nueva tendencia de ejercicio de bajo impacto, que podría cambiar tu estado físico y la forma en la que te mueves por el mundo para hacerte más fuerte, resistente y sano.

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Caminar es uno de los ejercicios con menos requerimientos que podemos hacer para tener una vida activa: es gratis, seguro, práctico y lo podemos hacer en cualquier parte; pero si tu caminata de todos los días se está quedando un poco corta para lograr tus objetivos de salud, el ‘rucking’ seguro te va a ayudar a llegar al siguiente nivel sin quitarle la sencillez de siempre a una buena caminata.

De dónde viene y a dónde va

La expresión rucking viene de la palabra en inglés ‘rucksack’, que significa mochila, pero no cualquier mochila, sino una de aquellas que se usan en el ejército, para hacer senderismo durante varios días o para viajar como mochilero; estas se caracterizan por ser más grandes que las mochilas comunes y tener muchos compartimientos en dónde guardar las cosas.

¿Qué tiene que ver la mochila con el ejercicio? Sencillo, que esta será la herramienta para elevar el nivel de exigencia de tu caminata, sin necesidad de cambiar absolutamente nada más.

La idea es que a una mochila cómoda y con un respaldo ergonómico le agregues un buen peso, la cantidad que elijas dependerá de tu estado físico y algunas posibles preexistencias, así que siempre empieza por consultar un experto; de ahí en adelante solo queda tomar camino y dejar que tu cuerpo haga el resto.

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Solo unas precauciones

Como con cualquier otro ejercicio, el rucking requiere de un esfuerzo consciente y responsable; ten en cuenta un par de recomendaciones antes de agarrar la mochila, para no sufrir una lesión en la columna o en otras articulaciones:

  1. Como ya dijimos antes, siempre busca asesoría: no te lances a ponerte encima un peso demasiado pesado o a caminar por horas a la primera; busca un experto que te de una buena línea de partida, teniendo en cuenta tu estado físico y otras condiciones de salud, así podrás hacer el ejercicio de forma más segura y constante.
  2. Ve de menos a más: al principio puede ser un poco frustrante, pero al día siguiente nos lo vas a agradecer. Te aseguramos que, con el peso y el paso correcto, tú mismo irás notando cuándo subir el nivel sin problemas.
  3. Usa una buena mochila: es quizás la única inversión que debes hacer si ya no tienes una; busca que se acomode de forma completa y cómoda a toda tu espalda, observa que las correas de los hombros sean cómodas y resistentes, presta atención a que estas fijen la mochila de modo que su parte superior se recargue en tus omoplatos; elige también espaldares suaves y de material respirable, que ayude a que el aire fluya entre la mochila y tu espalda para un poco más de confort.
  4. Escoge los objetos correctos para adicionar peso: de nada sirve la mejor mochila del mundo si el peso que le pongas adentro se va a recargar hacia un solo lado de la mochila, y por lo tanto, de tu cuerpo. Busca objetos que tengan el tamaño y la forma adecuada para que se distribuyan de forma uniforme en la mochila y generen un ejercicio balanceado entre tus extremidades.

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Qué obtienes a cambio

Si tomas todas estas precauciones y te pones en marcha, el rucking va a ser un ejercicio de poca inversión y mucha ganancia, entre sus beneficios vas a contar con:

  1. Un ejercicio que verdaderamente es de cuerpo completo: el peso extra en el tren superior lo pondrá a trabajar parejo con el tren inferior beneficiando el fortalecimiento y la tonificación de ambos lados.
  2. Un ejercicio para el que no tienes que separar un espacio en la agenda: si no tienes mucho tiempo, puedes hacer rucking cuando sacas al perro, cuando vas a hacer las compras o de camino a visitar a un amigo; cualquier caminata puede ser una buena excusa para ponerte la mochila a cuestas.
  3. Un ejercicio que pone el corazón contento: el rucking tiene todos los beneficios de las caminatas multiplicados, y uno de los grandes beneficiados con ellas es el corazón, por la que con un poco más de esfuerzo de forma controlada, nuestra salud cardiovascular se va a fortalecer todavía más.
  4. Un ejercicio que puedes llevar a todos los niveles: si las caminatas ya no son suficientes, lleva tu mochila a una montaña o por una buena trotada; en la medida que le subes el impacto al ejercicio asegúrate de tener la maleta bien sujeta a tu cuerpo y eso es todo, ¡adelante!

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