¿Qué comer cuándo tenemos un antojo poco saludable?
Por más que intentemos comer de forma natural y balanceada, casi todos tenemos debilidad por algún tipo de comida que, aunque sabemos que no es la más saludable, no podemos dejar de desear e incluir de una forma u otra en nuestra alimentación.
El problema surge cuando estas comidas, que son poco nutritivas en el mejor de los casos y directamente perjudiciales en el peor de ellos, se vuelven una parte integral de nuestra alimentación diaria o nos vuelven incapaces de controlar en qué cantidad las consumimos cuando lo hacemos.

Lastimosamente es una realidad que ingredientes como los azúcares y algunos componentes de las comidas ultraprocesadas tienen ciertas características que los hacen adictivos, por lo que evitar su consumo puede volverse todo un acto de voluntad, más difícil aún de conseguir debido al fácil acceso que tenemos a estos alimentos hoy en día, por esto, antes de sucumbir a la tentación cada día, vale la pena reconocer qué otras posibilidades tenemos para calmar un antojo poco saludable.
Escoge los dulces de la naturaleza en lugar de los del super
Muchos de nosotros anhelamos un toque dulce en nuestras comidas o después de ellas, pero las opciones más sencillas y apetecidas no suelen ser las mejores para nuestro cuerpo; si te descubres a ti mismo deseando una golosina, opta por el dulzor y frescura de las frutas de temporada; si lo que quieres es un helado, opta por agregarle a tu plato de fruta un poco de yogurt griego y para los amantes del chocolate, ve tomándole el gusto a sus versiones más oscuras, algunas de ellas están endulzadas con componentes naturales y tienen un excelente aporte nutricional.

Comida lenta
Cada vez se vuelve más común el acompañar encuentros y salidas con comidas rápidas, tanto que muchas personas cuando sienten el deseo de una comida completa, deciden optar por hamburguesas, papas fritas y otros platos que son muy satisfactorios al ser consumidos, pero que causan una gran indisposición a nuestro cuerpo.
Cuando sientas el deseo de ir por una pizza, piensa que tu cuerpo probablemente tiene ganas de una buena porción de comida, así que no temas darle carbohidratos y proteínas, pero en sus mejores versiones: sanduches de pollo y pavo, carnes magras a la plancha y hasta uno que otro carbohidrato frito en la air fryer son opciones sabrosas y que van a darte a largo plazo algo mucho mejor que la pesadez e indisposición de una comida rápida.
Pasabocas sin paquete
¿Habrá algo mejor que una noche de películas en casa con un paquete familiar de papas? Pues sí: una noche de películas con snacks sabrosos pero caseros, sin aditivos, preservantes ni ingredientes extraños. Casi cualquier producto natural tiene la posibilidad de adaptarse a infinitas preparaciones que les pueden dar una textura y sabor diferente, si a eso le agregas un poquito de exploración con especias como la canela, la pimienta o el ajo, vas a tener un mundo de posibilidades más sano, económico y diverso.

Otras recomendaciones para controlar los antojos
El hecho de aprender cuáles son las mejores opciones cuando sientes un antojo no tan bueno, no quiere decir que todo el tiempo debas satisfacer el deseo de comer; es importante entender que la sensación de hambre a veces se da a causa de una desregulación en nuestra rutina, así que es importante tener hábitos saludables que nos ayuden a comer en el momento y la cantidad correcta:
1. Planea tus comidas: es más difícil sucumbir a un antojo si has invertido tiempo y trabajo en planear lo que comerás durante el día, esta planeación también te ayudará a sentirte más comprometido y motivado con la cocina y evitará los deseos de comer a deshoras.
2. Identifica qué significa tu antojo: no todos los deseos de comer son hambre, puede que estés muy estresado, o por el contrario, que estés muy aburrido y sin mucho qué hacer. En caso de antojo piensa, ¿realmente tienes hambre? ¿qué otra cosa puede estar causando este deseo? Así podrás manejarlo, ya sea con ejercicios de relajación para el estrés, una actividad entretenida para el aburrimiento o un snack saludable para un momento en que legítimamente requieras alimentarte.

3. Mantente hidratado: una hidratación adecuada regula los niveles de azúcar en la sangre, controla el apetito y evita que confundamos la necesidad de hidratarnos con el hambre; todas estas razones ayudan a controlar los antojos, sin mencionar todos los otros beneficios que tiene el mantener unos niveles de agua saludables en nuestro organismo.
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