¿Qué hay detrás de un ajuste quiropráctico?
Todos los que hemos ido o vamos regularmente al quiropráctico recordamos bien el sonido característico y la increíble sensación de ligereza y relajación que queda después de un ajuste; para lograr esto, un buen quiropráctico debe estudiar durante años el cuerpo humano en carreras especializadas, porque ese ajuste que en la práctica se ve tan sencillo y efectivo, necesita de un amplio conocimiento previo y tiene consecuencias importantes en nuestra calidad de vida.
Un tratamiento quiropráctico llevado a cabo por profesionales puede ser una solución que evita el uso de fármacos y el sometimiento a cirugías, que ayuda a sanar una gran variedad de condiciones como la migraña, los dolores articulares, de las extremidades, y hasta condiciones no directamente relacionadas con el sistema musculoesquelético como las alergias, la ansiedad y la depresión.
No son solo ajustes
Lo primero que debemos entender es que un ajuste no es solo un ajuste, detrás de él hay todo un análisis y diagnóstico de cada paciente que llega al consultorio; uno de los factores que hace tan efectiva la quiropráctica es que sus tratamientos son especializados, por lo que se ajustan a las necesidades y condiciones de quién requiere de estos.
Un proceso de diagnóstico completo va a necesitar de historiales, radiografías y un examen físico riguroso y focalizado en nuestra columna y articulaciones; estos elementos serán los que determinen la causa de nuestra molestia y permitirán diseñar un tratamiento que vaya más allá de calmar los síntomas y aborde el problema desde la raíz para su curación total.
La mecánica del asunto
Nuestro cuerpo en muchos sentidos es como una máquina, nuestros órganos y huesos son engranajes que si se desajustan, alteran el funcionamiento de todo nuestro organismo, causando dolores y enfermedades que pueden afectar de incontables formas nuestra calidad de vida.
A veces un desajuste en nuestra columna puede ser la causa de problemas en zonas y órganos que creeríamos no tienen nada que ver con ella, cuando lo cierto es que, al ser la vía principal de nuestro sistema nervioso, su alteración puede tener consecuencias en cualquier parte de nuestro cuerpo.
Durante el proceso de diagnóstico, nuestro quiropráctico va a detectar “bloqueos”, zonas donde nuestros engranajes se han desajustado y están causando un corto circuito que se manifiesta en forma de dolor, rango de movimiento limitado u otros tipos de molestias.
Aunque los quiroprácticos tienen diversas técnicas y herramientas para tratar los bloqueos, la más famosa y común es la que se conoce como HVLA (alta velocidad baja amplitud, por sus siglas en inglés); por medio de esta técnica, el quiropráctico ejerce una fuerza controlada sobre la articulación que genera un movimiento rápido e indoloro, y ese “pop” audible que es conocido como cavitación.
Mientras tanto, allá adentro
Por naturaleza, nuestras articulaciones se encuentran rodeadas de líquido sinovial, un fluido espeso encargado de amortiguar los extremos de dos huesos que se encuentran, evitando la fricción de estos cuando la articulación está en movimiento. Cuando hay una lesión, este líquido se acumula causando molestias, el tratamiento HLVA lo que hace es que con el movimiento rápido de la articulación, genera burbujas en el fluido sinovial, lo que le da más rango de movimiento a esta y alivia perceptiblemente el dolor; este efecto, aunque inmediato, no dura para siempre, por lo que se recomienda hacer un seguimiento periódico con el quiropráctico para mantener todas las articulaciones fuertes y flexibles.
Al ser la vía conductora de nuestro sistema nervioso, cuando se reajusta una articulación tu quiropráctico está desencadenando también la estimulación de mecanorreceptores y la liberación de hormonas como la endorfina, ambas cosas tienen un efecto positivo en nuestro cuerpo; con la activación de los primeros, el cerebro enfocará su atención en la sensación de movimiento por encima de la de dolor y con la segunda lanzará una ola de alivio por todo el cuerpo.
Al terminar un ajuste tu cuerpo estará más flexible y más fuerte, pero recuerda que nuestros sistemas musculoesquelético y nervioso, así como todo nuestro cuerpo, están trabajando día y noche, por lo que siempre requerirán de cuidado y seguimiento a través de un tratamiento periódico; visita centros especializados como QuiroVida para determinar el mejor tratamiento para tus necesidades.
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