3 formas de fortalecer tu poder de autocontrol
A todos nos ha pasado: queremos cuidar de nuestra alimentación, pero un delicioso snack a mitad de la noche nos llama desde la cocina; queremos empezar a ejercitarnos, pero el día está un poco frío y en la tele están dando esa película que tanto nos gusta. Salir de nuestra zona de confort puede requerir muchas veces de un esfuerzo titánico, que suele fallar por nuestra falta de autocontrol.
Antes de continuar, nunca sobra recordarnos a nosotros mismos que la vida está en el equilibrio, necesitamos tanto el descanso como el movimiento y esos placeres culposos de vez en cuando y en su dosis justas pueden arreglar un día difícil; el problema está en cuándo parar, por lo que hoy te contamos los trucos que pueden ayudarnos a crear un autocontrol de hierro y una vida más saludable.
1. ¿Ir de menos a más o cortar de raíz?
Cuando queremos eliminar un mal hábito de nuestras vidas, hay quienes prefieren cortarlo de un solo golpe y hay quiénes les va mejor introduciendo lentamente el cambio dentro de sus rutinas ¿Cuál funciona mejor? Depende de ti.
Así como hay personas que son capaces de ir bajando lentamente la intensidad de un mal hábito hasta erradicarlo completamente, hay quienes lo hacen bastante bien por dos semanas y luego tienen una recaída peor que el problema inicial; lo mismo pasa para aquellos que deciden dar un cambio drástico de la noche a la mañana, pero esto no es necesariamente nuestra culpa, es una combinación de factores psicológicos, biológicos y hasta hereditarios.
La única forma de descubrir qué tipo de “corte” es mejor para ti es la prueba y error; una vez descubras la dinámica más apropiada para terminar con los malos hábitos o adoptar algunos nuevos para ti, encontrarás una forma más saludable de traer cambios duraderos a tu vida.
2. No tengas miedo a decir que no, incluyéndote a ti mismo
En una entrevista para The Knowledge Project (El Proyecto Conocimiento), el neurocientífico de la Universidad de Stanford, Andrew Huberman explicaba que nuestro poder de autocontrol está fuertemente influenciado por una parte de nuestro cerebro llamada los ganglios basales; en esta zona es donde se determina una función bastante primitiva pero indispensable para los humanos: la capacidad de elegir entre hacer o no hacer algo.
Cuando somos pequeños, hay muchas fuerzas externas que nos están obligando todo el tiempo a hacer y – más importante aún – a no hacer ciertas cosas, pero en la medida en que crecemos, dejan de existir figuras paternas o de instrucción que nos impiden dejar de hacer lo que queremos; cuando empezamos a decirnos sí a todo es cuando los ganglios basales se acostumbran a no detenernos ante ningún deseo y es entonces cuando se crean los muy difíciles de vencer malos hábitos.
La recomendación de Huberman es que ejercitemos nuestro poder de decir no, y no solo a los demás, también a nosotros mismos. Empieza de forma consciente a autorizar o desautorizar decisiones automáticas como revisar el celular por enésima vez o comer otro pedazo de pastel; tendrás que racionalizar bastante y tardarte un poco al principio, pero tu cerebro eventualmente se pondrá a la altura de las circunstancias y te hará mucho más fácil decir que no a actividades inoficiosas o perjudiciales.
3. Trátate con paciencia
Es un largo camino el que te espera si quieres hacer un cambio de hábitos significativo en tu vida, no lo vas a lograr mañana, y cuando creas que lo tienes dominado, puedes recaer en la tentación de eso de lo que ya te habías alejado; solo recuerda que todo es temporal y nada es para tanto, respira, perdónate y vuelve al camino que venías llevando, notarás que después de un tiempo no extrañas esa costumbre que tanto luchabas por derrotar meses o años atrás y te sentirás muy orgulloso de ti mismo.
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