6 truquitos para agarrarle gusto al ejercicio
Adoptar un hábito no es nada sencillo, salir de nuestra zona de confort, aprender una rutina nueva y mantenerla en el tiempo requiere de disciplina, paciencia y fuerza de voluntad; indiscutiblemente, uno de los hábitos más difíciles de adquirir es el de mantener un buen nivel de actividad física, por lo que hoy queremos darte unos consejos para que empezar a hacer ejercicio se convierta en mucho más que un propósito de año nuevo.
1. Ni el cielo es el límite
Cuando nos hablan de hacer ejercicio, lo primero que solemos pensar es en ir al gimnasio, que es una opción válida, pero es una visión muy reducida de lo que realmente es mantenerse activo.
En lo que a actividad física respecta, no nos alcanzarían las manos para contar todas las posibilidades, puedes elegir un tipo de ejercicio basado en tus pasiones, en tus fortalezas e incluso tus limitaciones.
Si, por ejemplo, eres una persona a la que no le va la adrenalina, el yoga y el pilates son disciplinas muy completas y cada vez más populares; si lo tuyo es la competencia, un deporte puede llevarte más allá de los límites que creías tener o si quieres fortalecer tu columna y proteger tus articulaciones, las diferentes rutinas de ejercicio acuáticas pueden ser tu mejor opción.
Con el nivel de oferta que hay realmente no hay excusa, enfócate en lo que te guste, por lo que madrugarías un domingo con gusto y motivado.
2. Llama a un amigo
El ejercicio en solitario puede ser aburrido, puede volverse una adición más a esas obligaciones que no ves la hora de terminar; para que no te sientas así, invita a alguien a hacer ejercicio contigo, le estarás haciendo un bien a esa persona y te estarás motivando a ti mismo.
También puedes ponerle un poco más de energía a la rutina de ejercicio agregándole un poco de juego, diseña con tu compañero de ejercicio pequeñas competencias y retos que los mantenga comprometidos y mejorando cada día.
3. Ponle ritmo
¿Qué sería de nuestras vidas sin música? Una buena lista de reproducción puede darle vida al trabajo, al estudio y hasta a la ducha, así que, ¿por qué no agregarla a nuestra rutina de ejercicio?
Puedes escoger ponerle alegría a la sesión con música tropical o llevar a tu cuerpo al máximo con rock, electrónica o cualquiera que sea el género que te haga vibrar; nuevamente, ni el cielo es el límite, hazte una buena lista de reproducción y a gozar tu entrenamiento.
4. Cambia el paisaje
No hay nada más estimulante que conocer lugares nuevos, el ejercicio puede ser una excelente excusa para explorar el mundo y sus alrededores. Una ruta nueva en la bici, una caminata ecológica a las afueras de la ciudad o incluso una competencia deportiva en un pueblito encantador, cualquier razón es válida para darte nuevos aires haciendo lo que más te gusta.
5. Descubre tus picos de energía
No todos los cuerpos son iguales, se podría decir incluso, que nuestro propio cuerpo se transforma de forma constante durante toda su vida, por eso, si te encuentras teniendo problemas para mantener una rutina de ejercicio, intenta probar una nueva hora para llevarla a cabo.
Existen incontables estudios que recomiendan esta u otra hora para ejercitarte, pero lo cierto es que cualquier hora es buena siempre y cuando te mantengas activo; existen por supuesto “mejores” momentos del día para tu rutina de acuerdo a tu edad y hasta tus objetivos, si puedes mantenerte sobre esas horas, genial, si no, no te desanimes, el ejercicio te seguirá trayendo grandes beneficios siempre y cuando lo hagas de forma constante.
6. Deja todo listo con anterioridad
Las excusas y la procrastinación suelen ser las enemigas número uno cuando quieres adquirir un hábito saludable; ya es hora de ir al gimnasio, pero está lloviendo, tienes un partido de fútbol pero ya no tienes medias limpias.
Enfrenta las posibles excusas o retrasos preparando desde antes tu equipo y tus medios para hacer ejercicio; si es necesario deja toda la ropa sobre la encimera, y ni pienses en acercarte a tu teléfono antes de estar bañado y listo para tu sesión, ya estando en la puerta con las llaves en mano será más difícil devolverte a la cama, así que no lo pienses tanto y actúa.
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