Cómo disfrutar de unas verdaderas vacaciones de fin de año

Después de casi dos años desde el inicio del COVID-19 y del retorno lento pero seguro a nuestras dinámicas laborales y sociales del pasado, muchos anhelamos estas primeras vacaciones de fin de año, en las que posiblemente querremos cumplir todas esas promesas que nos hicimos al estar aislados en casa; pero planear y llevar a cabo unas buenas vacaciones puede ser tan estresante que se puede convertir en otro trabajo de tiempo completo. Hoy te compartimos unos consejos para sacar el mejor provecho a las vacaciones sin necesidad de tanto esfuerzo.

Antes de las vacaciones

Empecemos con la parte no tan divertida pero indispensable del asunto: para disfrutar de unas buenas vacaciones necesitamos estar y sentirnos bien; así como antes de un largo viaje llevamos nuestros automóviles al taller, antes de embarcarnos en cualquiera que sea la aventura que tengamos en mente, es mejor que tengamos presente el programar chequeos con nuestros profesionales de la salud de confianza, así en el camino no habrán sorpresas ni disgustos de ésta índole más allá de lo imprevisible.

También vale la pena consultar con nuestras billeteras para que los gastos de unas semanas no se vuelvan dolores de cabeza durante meses, el único plan al que vale la pena atenerse en vacaciones es al presupuesto, así que estando muy consciente de él prepárate, pero también ve dispuesto a adaptarte.

Planea menos y fluye más

Con tantas posibilidades es difícil resistirse a la tentación de querer sacarle provecho hasta al último minuto de nuestro tiempo por fuera de casa, pero una planeación milimétrica no solo es desgastante, sino que le cierra el paso a todas las oportunidades que quizás no habías contemplado y que podrían darte experiencias mucho más gratificantes.

Sabemos que es emocionante investigar por adelantado y sacar un itinerario que sea la envidia de todos tus conocidos, pero quizás partir de una base más sencilla y desde ahí dejar que las posibilidades marquen la pauta es la receta perfecta para un viaje sin ansiedades ni frustraciones; mejor que ir con una lista de cosas por hacer, sería mirar a tu alrededor, preguntar a otros por sus sugerencias y descubrir experiencias sin el filtro no siempre confiable del internet y las redes sociales.

Que por explorar no se te olvide descansar

Volviendo al asunto del mundo de posibilidades tan fascinantes como abrumadoras que nos ofrecen las vacaciones, hay otra variable que vale la pena tener en cuenta. Conocer es estimulante y seguro que no querremos perdernos de alguna actividad en específico por estar durmiendo, pero el descanso es una razón de ser de las vacaciones tan importante como la de diversificar nuestro entorno; un buen libro a la orilla del mar o una siesta en una cómoda hamaca son también experiencias placenteras que te darán el descanso y la frescura para abrirte a otros escenarios sin sentir que estás corriendo una maratón.

De las prisas solo queda el cansancio, de nada vale hacer una lista de las 20 mil cosas que hiciste en vacaciones, si en ninguna de ellas te pudiste tomar el tiempo de sentarte con calma y absorber toda la novedad y belleza que había a tu alrededor.

Recuerda lo realmente importante

Las vacaciones son tiempo que con fortuna podrás compartir con las personas que más quieres, no dejes que los planes rígidos, las prisas y el cansancio causen estrés y conflicto con tus compañeros de jornada, recuerda que las experiencias compartidas son vínculos que se preservarán en el tiempo, así que respira, escucha y aprecia, quizás los deseos del otro te lleven a un plan inolvidable que nunca hubieras podido planear.