4 consejos del quiropráctico para las vacaciones de tus hijos

Las vacaciones de mitad de año pueden ser una temporada un poco difícil para algunas familias, en especial cuando hay uno o más niños en casa con poco que hacer y unos padres que no pueden dejar sus labores para pasar todo el tiempo que quisieran con ellos.

Hoy te traemos consejos prácticos para ofrecerle a los más pequeños de la casa unas vacaciones que sean divertidas y sanas a la vez y que les permitan aprovechar el tiempo al máximo sin afectar su bienestar a mediano o largo plazo.

1. En caso de viaje

Si eres uno de los afortunados que puede tomar un viaje de vacaciones con tu peque o si piensas enviarlo con familiares o amigos fuera de la ciudad, ten en cuenta que sus maletas no sean demasiado pesadas y que sean mochilas ergonómicas que use de forma adecuada. Puedes conocer más sobre cómo lidiar con las pesadas mochilas de los chicos aquí.

Además de los grandes pesos, ten presente también que debes hacer lo posible para que tu hijo tenga espacios durante el viaje para salir del auto, estirarse y tomar aire fresco. Los tiempos prolongados sentados en un coche suelen ser muy agresivos para nuestras articulaciones y espaldas, así que ni hablar de lo que pueden hacer en los niños.

2. Nada de rutinas

Suele pasar bastante que un niño durante sus vacaciones de mitad de año se vuelva un poco más perezoso y sedentario de lo acostumbrado, y aunque somos partidarios de un buen descanso cada tanto, es muy importante que no se vuelva el pan de cada día en casa. Tener una vida activa es un hábito que debemos cultivar desde muy jóvenes, de lo contrario, adquirirlo cuando seamos mayores será muy difícil ¡aunque no imposible!

Las vacaciones de mitad de año son un excelente momento para explorar las afinidades y destrezas de tus hijos, quizás tengan una vena artística o haya algún deporte que los apasione. Aprovecha este tiempo libre para explorar las posibilidades y para generar otras rutinas además del colegio y la vida familiar que enriquezcan el entorno y los conocimientos de tu pequeño.

3. La dieta vacacional

Las vacaciones no suelen ser sinónimo de dieta, pero no hay un mejor momento para fomentar un buen régimen alimenticio.

Bajo el mismo principio básico del cambio de rutina, las vacaciones pueden ser un buen momento para explorar qué le gusta a tu peque (incluso puede ser que ese hobbie que buscábamos en el punto anterior sea cocinar). Descubre cómo puedes implementar o cambiar ciertos elementos de su dieta regular; si ya tienes estas preferencias más que claras, cuidar su alimentación se volverá una cuestión de equilibrio: sabemos que esos antojitos son irresistibles en vacaciones, pero de los cuidados que tengas con tu hijo cuando es niño, dependerá su salud y buenos hábitos cuando sea un adulto.

4. Desatrásate de otras tareas

¿Cuándo fue la última vez que los chicos fueron al dentista? ¿Hace cuánto no van a su médico de cabecera? ¿Qué tal el quiropráctico? ¿Han ido en absoluto?

Con unas vacaciones tan largas, vale la pena dedicarle un poco de tiempo a esas tareas que no son tan divertidas, pero que te recompensarán por el resto de tu vida. Recuerda que la salud no solo es curativa, también puede y debe ser preventiva; mantén a tus hijos en óptimas condiciones para disfrutar del mundo en todas las épocas del año.

Si aún no has llevado a tu hijo al quiropráctico, conoce todas las razones por las que vale la pena hacerlo, acércate a QuiroVida e inicia el mejor tratamiento para sus necesidades específicas.