4 datos sobre la osteoporosis que te ayudaran a entenderla

La osteoporosis tiene la curiosa característica de percibirse como una condena inevitable que llega con la edad; pero lo cierto, es que como muchas otras enfermedades, esta es una llena de mitos y verdades incompletas que más vale descubrir para no perder de vista los factores de riesgo y características que pueden ponernos en riesgo de sufrirla mucho antes de lo que imaginamos.

Esta enfermedad se manifiesta por la incapacidad del cuerpo de absorber los nutrientes suficientes para reestablecer el tejido óseo que se va disminuyendo con el paso del tiempo, causando debilidad y un riesgo mayor a las fracturas; pero la osteoporosis puede darse por distintas razones y puede también tener rutinas que ayuden a evitarla por completo, así que antes de que pienses que no hay nada que hacer frente a ella, descubre de qué se trata y cómo salirle al paso.

1.No es solo una cuestión de edad

Aunque es la causa principal de riesgo, el paso de los años no es el único factor determinante para desarrollar osteoporosis, de hecho, existen casos de niños y jóvenes que sufren de esta condición desde una edad tan corta como los 8 años. En estos casos, la enfermedad se conoce como osteoporosis juvenil y se puede clasificar en dos tipos:

  1. Secundaria, que se caracteriza por ser consecuencia de otra enfermedad como la fibrosis quística, la diabetes, la leucemia, los problemas renales, los metabólicos, el síndrome de Cushing o el hipertiroidismo. La osteoporosis también puede ser inducida a través tratamientos o medicamentos como la quimioterapia, anticonvulsivos o esteroides.
  2. Idiopática, que es la que parece desarrollarse sin presencia de ninguno de los factores mencionados anteriormente ni ningún otro conocido hasta la fecha.

2. Un único síntoma

Una de las características que hacen de la osteoporosis una enfermedad difícil de evitar es que es muy silenciosa. El único motivo de sospecha además de llegar a los 50 años, puede ser la propensión a las fracturas, así que si llevas una vida sedentaria y con poca exposición a lesiones físicas, este va a ser un síntoma imposible de detectar.

La única forma de salir de dudas es a través de un examen conocido como densitometría ósea, el cuál mide la densidad y fortaleza de los huesos. Este es un análisis que se debe hacer en niños y jóvenes que sufran enfermedades o consuman medicamentos que puedan causar osteoporosis, pero también debe realizarse en todas las mujeres que estén alrededor de los 50 años, mientras en los hombres, este rango se puede extender hasta los 65.

3. Las mujeres y la osteoporosis

Como acabas de leer, entre hombres y mujeres existe una buena brecha entre las edades en las que deben empezar a estar alertas respecto a la osteoporosis, y es que está más que demostrado que las mujeres tienen una serie de factores de riesgo que las exponen más pronto y con más facilidad a esta enfermedad.

Uno de estos riesgos es que por su complexión, las mujeres tienen huesos más pequeños y delgados que los hombres y estos suelen perder densidad significativamente más rápido; además, durante la menopausia, las mujeres sufren una caída drástica en la producción de estrógeno, cambio que no se da en los hombres que la siguen produciendo de forma más uniforme, aunque en menores cantidades, esta disminución hormonal afecta de forma directa los niveles de formación del tejido óseo, en comparación con los niveles de desgaste del mismo.

4. Se puede prevenir

La osteoporosis es una enfermedad común e incurable, pero tiene tratamiento tanto para prevenirla como para manejarla después de ser diagnosticada. Antes que nada, la prevención: una alimentación rica en calcio, una rutina de ejercicio amigable con tu sistema óseo y la absorción de la Vitamina D a través de la luz del sol y otros complementos pueden marcar la diferencia.

Si tienes predisposición genética, una enfermedad que pueda causar de forma indirecta la osteoporosis, o incluso si quieres ser muy prevenido, hazte análisis regularmente, visita expertos del área de la salud como tu quiropráctico de confianza y aplica de forma juiciosa sus tratamientos y recomendaciones.