4 razones por las que la cuarentena puede estar dañando tu columna
El evento sin precedentes de una pandemia en tiempos modernos ha causado una revolución en nuestros ritmos de vida y en nuestras rutinas personales, pero esto es algo que seguramente ya has leído hasta el cansancio por estos días, así que no nos extendamos en introducciones y vamos al punto: hoy queremos contarte qué actividades de este nuevo día a día pueden estar perjudicando la salud de tu columna y qué puedes hacer al respecto.
1. Las sospechosas usuales: las malas posturas
Sabemos que ya lo has oído antes, una mala postura es muy perjudicial para tu columna vertebral, pero déjanos contarte por qué y cómo puedes minimizar el daño.
La forma de tu cuerpo y el tiempo que duras en una misma posición es determinante para la salud de tu columna; demasiado tiempo en una misma posición es dañino y más si no estás pendiente de qué tan erguido estás realmente, lo bueno es que cuidar tu postura es muy sencillo: el secreto está en el equilibrio; tu cuerpo es muy intuitivo y te hará saber cuándo una posición no es la más adecuada, solo presta buena atención, ponte recordatorios para que cada tanto revises cómo estás sentado o parado, así podrás corregirte de forma oportuna y eventualmente sostendrás una mejor posición por más tiempo.
Un consejo extra: independientemente de que estés sentado, acostado o de pie procura no pasar mucho tiempo en la misma posición, recuerda que en la variedad está el placer… y el bienestar de tu columna.
2. Cama sí, pero no así
Si vamos a mirar el vaso medio lleno, uno de los grandes privilegios de quedarnos en casa es no tener que decirle adiós a nuestra cama, pero tal como con las posturas, nuestras prácticas en la cama necesitan de un poco de esto y un poco de aquello para que no se nos acabe el idilio.
Primero, nada de quedarse en la cama todo el día, recuerda que estar en movimiento es muy importante para tu columna y para tu bienestar en general.Después está lo suave o dura que debe ser tu cama, lo ideal es que no sea ni lo uno ni lo otro, recuerda que todos los extremos son malos y estos no son la excepción.
Una mala noticia para los lectores: leer en la cama antes de dormir o incluso quedarse en la cama leyendo después de despertarse puede sonar maravilloso, pero lo cierto es que la postura que requiere una lectura “cómoda” pone mucho estrés en el cuello y la columna por lo que es mejor que dejes el libro al lado de una silla y aproveches la caminata de la sala a la habitación.
3. La dieta no es solo para adelgazar
Lastimosamente aquí no ocurre el milagro: ese delicioso pan o esa refrescante gaseosa no le van a ayudar a tu columna, en realidad es todo lo contrario, estos tipos de comidas suelen causar inflamación y obesidad, condiciones que son muy dañinas para tu espalda ya que ella debe cargar todo ese peso extra.
Así que ahí va de nuevo el consejo: nada de excesos, no te niegues ese gustico de vez en cuando, pero dale prioridad a las verduras, carnes magras y grasas saludables, con un poquito de dedicación y mente abierta vas a ver que con estos ingredientes también se comen delicias sin sacrificar tu espalda en el intento.
4. Los males necesarios
Tender la cama, lavar la ropa, atarte los zapatos y cepillarte los dientes, ¿elemento en común? Tu espalda arqueada en una posición poco natural ¿Consecuencia en común? Ese quejido al cambiar de posición y el dolor de espalda que le sigue.
Obviamente no te vamos a pedir que dejes de hacer estas cosas, solo te vamos a pedir una cosa: hazlas a consciencia. Dobla con cuidado tu espalda, enfoca el esfuerzo en tus piernas al levantar peso, intenta no mantener la posición antinatural por mucho tiempo e intenta estirarte un poco antes y después; prácticas muy sencillas y muy provechosas a largo plazo.
Deja tu comentario