8 situaciones que deben hacerte llamar al quiropráctico de inmediato

La quiropráctica tiene grandes beneficios para nuestra salud y es un tratamiento que debemos seguir de forma periódica – tal como lo hacemos con la odontología y la medicina general – para mantenernos fuertes y preparados ante el paso del tiempo y la llegada de algunas enfermedades.

Pero aunque sean importantes las visitas esporádicas de forma preventiva, hay algunas situaciones y momentos de nuestras vidas que podrían ser señales inconfundibles de que debemos acudir al quiropráctico lo antes posible, estas son algunas de ellas.

1. Sientes dolores articulares, musculares, hormigueos y punzadas:

Algunos de los signos más evidentes de que algo no está bien en nuestro sistema nervioso se manifiestan en nuestros músculos y articulaciones; molestias como punzadas, hormigueos y dolores están fuertemente ligados a desalineamientos en las vértebras y desbalances posturales, por lo que un quiropráctico es el experto indicado para estos síntomas.

2. Tu rango de movimiento es limitado:

Si sientes que tu flexibilidad no es la misma que antes o que hacer cierto movimiento como dar un paso largo o estirar tus brazos es difícil o doloroso, tu cuerpo te puede estar mostrando un problema en tu sistema nervioso debido a un desalineamiento en la columna vertebral, puede ser también que simplemente estés necesitando una vida más activa, para lo que un quiropráctico te puede preparar y mantener en el tiempo.

3. Te sientes “desalineado”:

Te ves al espejo y estás como chueco, tienes un hombro más caído o una cadera más alta, e incluso, si le echas un vistazo a tus zapatos, las suelas parecen desgastarse de forma anormal; todas estas señales son síntomas de un desbalance postural que lejos de ser normales, tienen consecuencias a corto y largo plazo molestas y dolorosas; un buen quiropráctico podrá encontrar la raíz del problema y darte ideas para superarlo.

4. Has sufrido un accidente o trauma:

Por su ubicación y extensión, la columna vertebral es una de las víctimas principales de la gran mayoría de accidentes que vivimos en nuestras vidas, desde un accidente en tránsito hasta una caída pueden precipitar consecuencias insospechadas a escalas desconocidas, por lo que tras un evento traumático es vital visitar el quiropráctico para reconocer el origen de nuestras dolencias y sus posibles consecuencias en todo nuestro organismo.

5. Tus niveles de estrés están por el cielo:

La quiropráctica es un tratamiento integral como pocos y sus reconocidos ajustes tienen beneficios tanto en nuestra salud física como en nuestra salud mental. Si alguna vez has acudido a un quiropráctico sabes que la descarga física que queda después de un ajuste desencadena a su vez un estado de relajación y bienestar profundo, previniendo que el estrés de nuestras apretadas agendas generen consecuencias indeseadas en nuestra salud física.

6. Te sientas a menudo:

La vida sedentaria es una de las peores enemigas de la salud física, pero en estos tiempos modernos de horarios de oficina extensos, el conocimiento y los consejos de un buen quiropráctico pueden salvarnos de esa sensación de rigidez que nos queda al final de un día largo sentados frente a un escritorio.

7. Quieres ser más activo:

El cuerpo es un máquina compleja, así que para no estropearla, es mejor no forzarla; si vienes de una temporada de mucha quietud, antes de exponerte a una lesión deportiva que detenga tu impulso por ser más saludable, busca una asesoría con un quiropráctico que te de una preparación física y unos consejos prácticos para volver de forma segura a la vida activa.

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8. No te sientes al 100%:

Hay días en los que no nos sentimos al 100%, pero si esos días se hacen semanas y esas semanas se hacen meses algo serio está fallando dentro de nosotros. Un quiropráctico no solo te hará un ajuste para que aquello que duele deje de doler; un verdadero profesional tendrá la capacidad de acompañar tu tratamiento con consejos nutricionales y sobre hábitos saludables que te devuelvan la energía y la alegría de estar bien contigo y con tu entorno.