Fascitis plantar: de los pies a la columna

En nuestro blog hemos abordado enfermedades que todos conocemos pero pocos sabemos diferenciar como los distintos dolores de cabeza, y otras cuyo diagnóstico es elusivo y fácilmente confundible como la fibromialgia, pero la condición de la que hablaremos hoy es clara y precisa en sus síntomas aunque su diagnóstico sea poco familiar: se trata de la fascitis plantar.

Esta enfermedad se manifiesta en la planta de los pies, pero puede tener diversos orígenes; puede afectar tanto a hombres como a mujeres y su principal síntoma es un dolor intenso causado por la inflamación de la fascia plantar, un tejido ubicado entre el talón y la base de los dedos de los pies. El dolor suele ser mucho más intenso en horas de la mañana debido al enfriamiento del tejido durante el tiempo de reposo y la molestia que suele causar puede alterar de forma considerable nuestra calidad de vida y nuestras actividades cotidianas.

La fascitis plantar puede darse en personas con síndrome de pie plano, también en personas que usen de forma frecuente tacones, en atletas, en personas que pasan mucho tiempo de pie e incluso a causa de subluxaciones en la columna vertebral, así que realmente existen bastantes factores de riesgo y razones por las que las personas deben tener presente esta condición para poder prevenirla o en el peor de los casos tratarla con efectividad.

¿Qué hacer si crees que sufres de fascitis?

Muchos de nosotros intentamos evitar al máximo tener que acudir a profesionales de la salud por dolores que parecen momentáneos e incluso podemos llegar a minimizarlos haciéndolos pasar por “achaques de la edad”, pero lo que debemos interiorizar realmente es que no es normal vivir con dolores, y que para muchos de estos achaques existen soluciones sencillas que solo un poco de tiempo y prevención pueden aplacar o eliminar por completo.

Lo primero que debes hacer entonces si sospechas que tienes fascitis plantar es visitar un profesional del área de la salud, en este caso, como en muchos otros, un quiropráctico puede ser una excelente opción, ya que, como explicábamos antes, esta condición puede ser causada por una subluxación, e incluso si este no es el caso, episodios crónicos o extensos de esta dolencia pueden tener consecuencias directas en tu columna vertebral y con ella, todo tu sistema nervioso.

Una vez accedas a un profesional lo demás será muy sencillo. Tras hacer un análisis completo y generar un diagnóstico especializado, tu quiropráctico podrá definir el mejor tratamiento para ti e incluso, en este caso, podrás complementarlo con ejercicios en casa que te den alivio y fortalecimiento. En centros como QuiroVida podrás encontrar profesionales certificados que identifiquen las necesidades, condiciones y orígenes del funcionamiento de tu cuerpo, proponiendo tratamientos complementados con técnicas milenarias aplicadas a innovaciones tecnológicas exclusivas.

Unos trucos para casa

Aunque la atención y supervisión de un profesional nunca podrá ser reemplazada por los ejercicios en casa, estos sí pueden darte un empujoncito y un alivio temporal mientras atraviesas tu proceso de curación:

  1. Vuelve a jugar con la pelota: toma una pelota de tenis, golf o lacrosse y ubícala bajo la planta de tus pies; empieza a mover tus pies aplicando presión a la pelota para liberar la tensión del tejido inflamado y fortalecerlo.
  2. Estiramiento de toalla: antes de levantarte, e incluso varias veces durante el día, pasa una toalla alrededor de la planta de tus pies y estíralos uno por uno usando la toalla como una banda rígida que le proporcione un estiramiento estable a tu pantorrilla, sostén la posición por 30 o 45 segundos.
  3. Estiramiento del dedo gordo: es tan sencillo que no parece cierto, pero el simple hecho de darle un buen estirón a nuestro dedo gordo antes de levantarnos libera una gran cantidad de tensión en nuestros pies en general y puede representar un gran alivio para alguien con fascitis plantar.