¿Problemas de sueño en los niños? Tu quiropráctico puede ayudarte

Hasta el momento en Latinoamérica es muy poca la cantidad de niños que asisten de forma regular a un quiropráctico, a pesar de que están en la edad perfecta para preservar y fortalecer sus organismos a corto, mediano y largo plazo, para así poder hacer frente a las rutinas y hábitos que suelen demandar el estilo de vida potencialmente sedentario y estresante que empezamos a adoptar en la medida que crecemos.

Una historia diferente es la que se vive en países con una trayectoria y reconocimiento más extendido de la quiropráctica, en donde cada integrante de la familia tiene un acercamiento oportuno y especializado que les permite mantenerse más sanos y tener una visión más amplia de todas las posibilidades que tienen para cuidar de su salud.

Cuando se trata de los más jóvenes de casa, se ha descubierto que una de las reacciones más prontas y valiosas, en cuanto son tratados de forma regular por profesionales de la quiropráctica, es la mejora visible de sus rutinas de sueño, así que vale la pena saber cómo un buen experto puede ayudarlos a tener un mejor descanso y por qué esto es tan importante.

Descanso tanto para ti como para ellos

Todos los que son padres saben que el sueño de sus pequeños es un tema delicado desde el principio de sus vidas; son pocos los peques que más pronto que tarde adquieren hábitos saludables respecto al tiempo y la calidad de su descanso y hay niños que sin una apropiada atención nunca llegarán a hacerlo, lo cual no es solo desafortunado, sino terriblemente peligroso para su desarrollo físico y mental.

El hecho de que un niño pueda descansar bien depende de muchísimos factores tanto externos como internos: el uso moderado de dispositivos tecnológicos, la costumbre de llevar a cabo de forma cotidiana cierta cantidad de actividades lúdicas y una alimentación sana y balanceada tiene una gran influencia en la hora de dormir de tus hijos, pero también lo pueden hacer los problemas digestivos, los dolores musculares que vienen con el crecimiento, los cólicos y hasta las infecciones de oído. Estas últimas condiciones parecieran tener diferentes orígenes y causantes, pero sí que tienen un elemento en común y este puede remediarse con un tratamiento oportuno por parte de un quiropráctico certificado.

Tu hijo duerme, ¿pero sí está descansando bien?

Teniendo en cuenta que los chicos requieren de condiciones y cantidades de sueño diferentes a los de los adultos, a veces podría ser difícil identificar si ellos realmente están llegando a las metas de lo que se considera “saludable” en cuestiones de reposo y descanso.

Se estima, por ejemplo, que los niños menores a un año deben dormir hasta 14 horas diarias, mientras un niño entre los 5 y 10 años debe hacerlo durante 10 horas; pero incluso si están cumpliendo este requisito básico podrían no estar teniendo un verdadero sueño reparador por lo que es importante identificar síntomas de que el descanso no está siendo tan efectivo como debería.

Condiciones como irritabilidad, bajo desempeño académico, sonambulismo, dolores de cabeza o incluso de piernas pueden ser las señales iniciales de que algo no está funcionando bien, y esto más allá de obedecer a factores externos, puede estar siendo la manifestación de un desajuste en el sistema nervioso del niño, impulsado por luxaciones o desalineamientos que se pudieron crear desde el mismo momento de gestación del feto o que pudieron ser producto de alguna caída o trauma físico durante los primeros años de vida.

Aún si tu hijo no parece tener problemas con sus patrones de sueño, un quiropráctico es una excelente opción para prevenir que se presenten en el futuro junto a tantas otras enfermedades que se desencadenan de la falta de reconocimiento y tratamiento del sistema nervioso como una parte vital de nuestra salud tanto interna como externa. No dudes en consultar a expertos de centros como QuiroVida para descubrir los beneficios y ventajas de la quiropráctica en cada uno de los integrantes de tu familia.