¿Cómo combatir el declive cognitivo?

Solemos asumir que los años no llegan solos, que vienen con dolores, achaques y una pérdida de agudeza mental que parece simplemente síntoma de lo inevitable; pero cada vez más se descubre que esos problemas de memoria, coordinación y enfoque están directamente relacionados con nuestros hábitos diarios y que pueden ser tanto prevenidos como propulsados por ellos.

A este fenómeno se le conoce como declive cognitivo, que es una condición definida por el sector de la salud como un deterioro progresivo, que si bien suele empezar a presentarse en la medida que envejecemos, tiene causas y factores de riesgo ajenos a la edad a los que debemos prestar especial atención.

Entre los causantes de un declive cognitivo acelerado se encuentran viejos conocidos como el tabaquismo, el colesterol y la obesidad; pero también se encuentran condiciones más propias de nuestros tiempos o un poco insospechadas como la exposición a ambientes contaminantes, un nivel educativo bajo o la falta de participación de espacios sociales y lúdicos estimulantes.

El declive cognitivo además de causar una mente cada vez menos lúcida, tiene otros síntomas que pueden ser determinantes para nuestra calidad de vida en muchos aspectos, entre ellos se encuentran enfermedades mentales como la ansiedad, la depresión, la irritabilidad y la apatía.

También existen situaciones cotidianas incómodas o incluso perjudiciales causadas por el declive cognitivo: puedes tener olvidos cada vez más frecuentes, perder el hilo de las conversaciones que estás teniendo, puedes sentir problemas de orientación espacial y tendrías también problemas para tomar decisiones, haciéndote demasiado impulsivo o demasiado abrumado por las posibilidades.

Con este conjunto de riesgos y síntomas, además de los tiempos en los que vivimos, es indispensable buscar formas de retrasar en la mayor medida de los posible los efectos nocivos del declive cognitivo, por eso, aquí traemos algunas recomendaciones para combatirlo y mantener tu mente fuerte y rápida el mayor tiempo posible.

1. En caso de viaje

últimamente el mercadeo nos ha hecho creer que comer sano implica una inversión enorme, pero cuando se trata de tu cerebro: menos es más. Los beneficios que pueden tener los huevos, las nueces y las frutas no podrían reemplazarse ni por la más elegante de las comidas, así que encuentra el equilibrio, tanto tu mente como tu bolsillo te lo agradecerán.

Otro pequeño secreto es que las yemas de huevo que tanto han sido demonizadas por las dietas actuales, son importantísimas para tu salud mental, encontrar un punto de equilibrio en su consumo te hará mucho bien.

2. No subestimes tus problemas a la hora de dormir

Esas horas al final de tu día restauran y preparan tu cuerpo para una nueva jornada; no tener un sueño reparador causa efectos bastante evidentes en el cuerpo a corto plazo, pero menos obvios y aún más peligrosos, son los efectos que tiene en tu mente la falta de un buen cronograma de descanso.

3. Llama a un amigo

Se ha demostrado que la exposición a situaciones sociales estimulantes y la interacción con otras personas ayudan a fortalecer la memoria retrasando el declive cognitivo. Así que si eres un poco introvertido o simplemente te sientes demasiado ocupado, es bueno que empieces a ponerte pequeñas metas para conectar con tus seres queridos de forma abierta y comprometida; probablemente te sorprenderás a ti mismo pasando un rato muy agradable y alejándote de las preocupaciones de tu vida cotidiana.

Este consejo también viene con un pequeño condicionante, si vas a pasar tiempo de calidad con otras personas, opta preferiblemente por hacerlo en persona, ya que se ha descubierto que la exposición continua a pantallas como las del computador y los teléfonos móviles suelen influir también en el proceso de declive cognitivo, además de otro número de condiciones físicas y mentales de las que ya les hemos hablado un poco en el pasado.