Pasar tiempo en la naturaleza: una cuestión de salud

Todos hemos sentido en algún momento de nuestras vidas esa sensación de paz que da mirar el cielo recostado en la hierba húmeda, o el sentimiento de trascendencia al ver el agua fluir en un río o en el mar; pero más allá de ese efecto transitorio que muchos atesoramos en nuestra memoria, la naturaleza tiene más beneficios físicos y psicológicos para ofrecernos; por eso, nuestra propuesta de hoy es que te des la oportunidad de salir al mundo verde que está a unos minutos de nuestros recargados paisajes citadinos y le des un tratamiento sencillo y sin efectos secundarios a tu salud en general.

Pide poco y ofrece mucho

Estar en contacto con la naturaleza es una de las formas más baratas y sencillas de cuidarte a ti mismo. Por supuesto, puedes encontrar opciones de todos los precios y de todas las características, pero realmente no hay excusa para no acercarte a un parque o jardín público y respirar un poco de aire fresco para bajar las revoluciones de nuestras agitadas rutinas; no olvides que la productividad es solo efectiva si estás en condiciones de funcionar bien, y para hacerlo, más a menudo que no, el descanso es indispensable.

Hay expertos que recomiendan por lo menos dos horas en la naturaleza a la semana para mantener un buen equilibrio y recibir sus beneficios, la verdad no es una meta imposible, ni el más ocupado de nosotros se puede negar 120 minutos de receso en toda una semana, ¿por qué no hacerlo rodeado de árboles y silencio?

Y si el descanso no es razón suficiente…

Existen incontables estudios sobre distintos beneficios que trae el contacto con la naturaleza, desde beneficios físicos hasta el fortalecimiento espiritual se han mencionado como los efectos de alejarte de la dinámica de las ciudades y optar por un momento de gratitud y armonía con la tierra, pero si quieres que seamos más específicos, aquí te van unos datos:

  • La Universidad de Michigan, en Estados Unidos, llevó a cabo un estudió que llegó a la conclusión que pasar tiempo en la naturaleza mejora nuestra memoria a corto plazo.
  • La exposición a la luz natural ayuda a nuestro cuerpo a regular los patrones de sueño, ayudándonos a dormir mejor.
  • Las personas que hacen caminatas en la naturaleza han demostrado sufrir de menores niveles de inflamación corporal, ayudando a prevenir condiciones como la depresión y las enfermedades del sistema inmune.
  • Científicos de Australia descubrieron que el exponerse a la luz natural regularmente ayuda a contrarrestar el daño hecho por la luz de nuestros dispositivos tecnológicos a nuestros ojos.
  • La exposición mesurada a la luz del sol activa la Vitamina D en nuestros organismos, mejorando nuestro sistema inmune y manteniendo nuestros huesos y articulaciones fuertes.

¿Qué implica “estar en contacto con la naturaleza”?

Es importante entender que no solo de la contemplación podemos sacarle provecho a las maravillas naturales que nos da nuestro planeta, los beneficios también se pueden rastrear a actividades puntuales que puedes hacer mientras disfrutas de tu tiempo libre. Cómo explicábamos antes, caminar en ambientes naturales mejora la circulación, previniendo la inflamación, pero también ayudará a tu estado físico, permitirá más aire puro y limpio renovar tus pulmones, te dará más energía y mejorará tu expectativa de vida.

El interactuar con agua, por otra parte, suele vincularse con beneficios como la reducción del estrés y la ansiedad, la liberación de endorfinas y el mejoramiento de la circulación, hay estudios que han llegado hasta a declarar los poderes curativos del agua salada, argumentando que el contacto con ella ayuda a la cicatrización, la limpieza de la piel y la reducción del desarrollo del reumatismo.

Ya nos lo decía nuestro cuerpo por instinto: pasar tiempo en espacios naturales nos hace bien, así que empaca la maleta y camina la montaña, siempre agradeciendo y respetando el espacio de bienestar que la tierra nos regala.